Alejandra es una maestra y psicóloga adaptándose al homeschool

A diario Alejandra organiza el material que va compartir, por ejemplo, con las clases que da por las tardes en su centro Psico-logra, así como los retos y actividades que habrá ese día.

HERMOSILLO, SON.- No ha sido fácil aprender a llevar una vida en donde tenemos que quedarnos encerrados. En el caso de aquellas personas que aún cursan o enseñan un ciclo escolar, entre tanto reto como aceptar que así se termina un semestre, que se debe adaptar una oficina o escuela en casa, y continuar con el proceso, es menos fácil y más cansado el adaptarse.

“Me he conocido un poco mejor, te podría decir que tengo un poco más de habilidad en la computadora”, expresó Silvia Alejandra Corrales Dórame, psicóloga y maestra de primer y segundo grado de primaria.

Quien añadió no haber estado familiarizada con su trabajo mediante una computadora, por lo que tuvo que aprender a manejar plataformas digitales para así dar clases, mandar tareas, calificaciones, enseñar a sus alumnos y preparar material para las próximas semanas.

“Me impactó mucho esa manera de trabajar nueva, porque decía yo ‘¿cómo le vamos a hacer? ¿cómo le enseñaré a mis niños?’. Al principio estaba muy cansada y estresada, te confieso que en las primeras semanas no pude y lloré, no dormía bien, no sabía que era lo que iba venir después”, expresó Alejandra.

La escuela donde ella labora, desde que se levantó la contingencia en Sonora decidió que antes de que iniciaran las clases el 20 de abril, les facilitarían cuadernillos con temas a cada alumno para que pudieran continuar aprendiendo, ya que por parte de los padres también se había notado el estrés por saber cómo jugarían el papel de maestros.

Habían repartido temas en los cuadernillos hasta que se dieron cuenta que necesitarían dar las clases, debido a que la situación se ha prolongado, y fue entonces cuando la tranquilidad de Alejandra se había vuelto a ir, pues tendrían que adaptarse nuevamente a otro estilo de trabajo.

“La primera propuesta fue grabar videos de las materias de español y matemáticas, dando de la manera más explícita posible el nuevo tema para que los alumnos entendieran mejor, además de eso, el viernes era el día en donde los íbamos a estar viendo en videollamada para reforzar los temas".

“Ahí fue cuando pensamos otra vez en cómo le íbamos a hacer, porque pensábamos que los niños no iban a guardar silencio, y muchas cosas más que se te vienen a la cabeza como obstáculo”, dijo.

Agregó que afortunadamente bajo los fundamentos de disciplina y trabajo que maneja la institución, resultó ser más relajante dar las clases, ya que ella atiende el primer y segundo año de primaria, con temas básicos y de gran importancia para los menores.

“Los niños se han portado muy bien y han ayudado a que la conducta se controle en el momento, no hacen más difícil esta situación y además que son los que mejor han hecho su trabajo en esta contingencia, así que mi felicitación para estos niños”.

 

DIFICULTADES DEL ‘HOMESCHOOL’

A diario Alejandra organiza el material que va compartir, por ejemplo, con las clases que da por las tardes en su centro Psico-logra, y con la escuela incluso prefiere hacer sus videos o llamadas en las instalaciones del colegio para hacer todo bien, sin ruidos y con un espacio óptimo.

Sin embargo, expresó que lo más cansado ha sido el nuevo horario de trabajo, pues antes desde las 7:00 hasta las 14:30 horas, se mantenía en trabajo, y hoy inicia a la misma hora temprano, pero acaba hasta las 20:00 horas, terminando muy agotada hasta que se tuvo que imponer un horario.

Y en lo que respecta al comportamiento de sus alumnos, resaltó que sí se ha llevado varias sorpresas por la buena conducta que han tenido, pues sabe que la situación les causa mucha curiosidad y se les deja experimentar a través de las plataformas, sin distraerse demasiado para también cumplir con la clase.

“Están pequeños y creen que todo es juego, entonces sí me tardo un poquito más en controlarlos o que pongan atención, hay veces que he tenido que invitar a amigos imaginarios, mascotas o ponerme antifaz para que pongan atención".

“Con las clases en línea me han sorprendido, son los que mejor se han portado. Los de segundo son más despiertos y saben un poco más sobre la computadora o la tableta, sí son más inquietos porque ven que pueden platicar en el chat, se distraen, me rallan las presentaciones, exploran y tienen curiosidad, sí les ha costado más a ellos”, detalló.