Dicen 'no' a compras de pánico, familia vive contingencia 'al día'

Elsa Robles abrió sus puertas a periódico Expreso para mostrar con qué cantidad de alimentos sobrevive durante la cuarentena de Covid-19.

HERMOSILLO, SON.- La pandemia de Covid-19 no solo ha expuesto a situaciones como el desconocimiento de la manera de lavarnos las manos adecuadamente, sino además, el lado egoísta del humano, como lo son las compras en volúmenes apocalípticos en los supermercados, lo que ocasiona desabasto.

Ante ello, la señora Elsa Robles, de la colonia Carmen Serdán, abrió sus puertas a periódico Expreso para mostrar con qué cantidad de alimentos sobrevive durante la cuarentena de Covid-19 una familia de 6 personas de la cuales dos son pequeños de 12 y 10 años.

"Cuando dijeron lo de la cuarentena y vimos los mercados llenos, decidí manejar todo al día, se puede pasar esta pandemia con lo necesario", mencionó la mujer.

La despensa de estas personas consiste en al menos una cartera de huevos, 5 rollos de papel de baño, un paquete de kleenex, jabón, cloro, agua, pescado, pollo, manzanas, mangos, zanahorias, papas, cebollas, chiles, harinas para pastel, de trigo y maíz, aceite y café, todo ello para unos 3 días.

La decisión de comprar poco es para optimizar y economizar los recursos que ella administra para toda la familia.

Elsa comenta que en caso de que haga falta algo en su alacena para cualquiera de las comidas del día, ella acude a la tienda local que se encuentra en la esquina de su casa, tomando las debidas precauciones para evitar contagiarse y contagiar a su familia de Covid-19.

"Salgo y compro en lo local para que el dinero se quede aquí, apoyo al pequeño y mediano empresario hermosillense, pero además cuando llegó a salir, es sólo a comprar lo necesario y tomando las medidas de higiene para cuidar a mi familia", subrayó.

La sexagenaria es abuela de tres niñas y un niño y aunque dos de ellas no pueden visitarla seguido, ella procura tener un postre preparado para la llegada de cualquiera de las dos.

Comenta que aunque parezca poca la comida o los insumos, en su casa nunca falta nada, siempre hay un bocado para quien tenga hambre, pues los frijoles y tortillas siempre están calientes en la estufa.

Ella no minimiza el riesgo de una pandemia mundial, pues es enfermera especializada en pediatría de profesión y conoce los estragos de las enfermedades respiratorias tanto en niños como en adultos, por ello además procura que los más pequeños de la casa siempre tengan sus defensas altas, dándoles suplementos alimenticios y frutas de temporada para fortalecerlos.

La casa no tiene un intenso olor a cloro, pero se respira limpieza y aunque van un par de semanas de cuarentena, considera que se encuentran preparados para afrontar una emergencia más alta.

Foto: Lorenza Sigala