Aguas negras convierten a Guaymas en un 'muladar'

Derrames de aguas pestilentes afectan la economía, turismo, imagen urbana y la salud de la población; al puerto regresó el estigma de ‘huele a Guaymas’.

Por: Daniel Sánchez Dórame y UGC

GUAYMAS, SON.- Los constantes derrames y fugas de aguas de drenaje en las calles de la ciudad hacia el Mar de Cortés, son un problema de salud pública que ahuyenta al turismo y afecta a toda la economía.

Líderes de pescadores, médicos especialistas, académicos y comerciantes coincidieron que las autoridades de la Comisión Estatal del Agua están conscientes del problema, pero lo ignoran y minimizan el detrimento del puerto al que regresó la mala fama de “huele a Guaymas”.

El doctor José Alfredo Arreola Lizárraga, coordinador del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste, lamentó que justamente por un costado de las instalaciones del Cibnor corre un arroyo de aguas negras. El pestilente “riachuelo” se formó desde la construcción de complejos residenciales que descargan sus desechos fecales justamente hacia la bahía Bacochibampo, a través del camino al Tular, junto a las playas de Miramar, las más visitadas por bañistas locales, turistas nacionales y extranjeros.

“Lo grave es el riesgo de salud pública, la contaminación que implica el derrame de aguas residuales urbanas, pero cuando trastoca la salud pública se afecta directamente a la sociedad; en  principio no deben tirarse aguas residuales urbanas sin tratamiento al mar, es un sinsentido. Ahora, nosotros en ciencia trabajamos con base en la evidencia, aquí es obvio que las aguas residuales

están derramándose; creo que el problema no es la negación de que eso suceda, el problema es la indiferencia de las autoridades”, aseguró el especialista.

Maldita CEA

La Comisión Estatal del Agua es tan omisa que justamente al lado de sus instalaciones sobre el bulevar Sánchez Taboada, corre un canal de aguas residuales al aire libre que descarga

los desechos directamente hacia la Bahía de Guaymas, pasando junto al antiguo panteón municipal, zonas escolares, comerciales y residenciales.

“El problema es la indiferencia, de todos, Gobierno y sociedad. He escuchado a empresarios que sí se preocupan, pero ahí queda, algo falta, algo no estamos haciendo bien en Guaymas, no podemos dejárselo al Gobierno porque no le interesa, tenemos que dar el siguiente paso. ¿Cómo le hacemos para que el Gobierno y todos los actores de la sociedad trabajemos para beneficiar

a la ciudad? Primero, por los riesgos a la salud pública que implica, el otro es la imagen. ¿Por qué vamos a tener que vivir en un muladar si podemos hacer acciones para terminar ese deterioro urbano que tenemos y que además nos afecta por los riesgos a la salud pública?”, puntualizó.

El investigador José Arreola aseguró que lo ideal es tener todas las playas certificadas y limpias y contar con más espacios de recreación que no signifiquen un riesgo.

El drenaje

En los estudios que el Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) ha realizado a las aguas residuales que se derraman en las calles, los polvos que quedan al secarse y lo que

va hacia el mar, se han encontrado bacterias como los enterococcus que pueden causar infecciones respiratorias, cuadros febriles agudos, infecciones en vías urinarias y abdominales.

Foto: Jorge Flores

Recordó que cuando las aguas negras se secan, los vientos que azotan en invierno y primavera levantan el polvo que también es infectocontagioso; además existe el riesgo de enfermedades por virus.

“Otra afectación importante de las aguasresiduales, urbanas y agropecuarias es que llevan una carga orgánica importante, es decir, mucha materia orgánica en proceso de descomposición que al llegar al mar afectan a los peces, crustáceos, camarones, jaibas, quienes para vivir necesitan el oxígeno disuelto que falta ahí. “Cuando esa carga orgánica llega, lo primero que hace es que el oxígeno disuelto disminuye porque oxida esa materia orgánica, entonces se empiezan a manifestar los problemas de hipoxia, es decir, que el oxígeno disminuya, para que haya una vida saludable en término del oxígeno disuelto en el mar debe ser de 4 miligramos por litro y para arriba”, explicó.

Y el Ayuntamiento

El Ayuntamiento no le ha dado seguimiento a los trabajos del Comité de Playas Limpias que solamente sesionó en dos ocasiones a principios de la administración municipal.

El Gobierno Federal, a través de la Comisión para la Protección de Riesgos Sanitarios, realiza los muestreos del agua en los balnearios a principios de la temporada de vacaciones, donde siempre Miramar aparece al límite de la Norma Oficial Mexicana, considerando que en los días que llegan los turistas hay más descargas en el drenaje y más desechos fecales llegan al mar junto con la afluencia de bañistas.

“El problema es que también, como son aguas residuales urbanas, hay aporte de metales pesados y esos no se diluyen tan fácilmente, los peces consumen a otro pez y los metales se acumulan. Al

pez no le hace nada, puede traer el metal sin problema, la complicación viene cuando lo consumimos los humanos. Entonces también ése es otro problema que se tiene que revisar”, advirtió.

Sara Valle

Las aguas residuales continúan llegando a las calles y las playas, pero los habitantes, comerciantes y especialistas coinciden que se agudizó en la administración de Sara Valle por el

crecimiento demográfico.

Cuando el nivel del agua negra anega las calles del Centro las autoridades sanitarias optan por prohibir actividades económicas golpeando el sustento de las familias; en la actualidad no existe ningún programa oficial para atender esta problemática que trastoca el desarrollo de todos los sectores que conforman la sociedad, pero ni Estado ni municipio ni Federación han buscado soluciones.