Cadenas, balas, bates; hallan punto de "exterminio" en la Costa de Hermosillo

Párate aquí, ¿ya vieron ahí?, dijo la líder del un colectivo de búsqueda, ¡Aún está ardiendo!.

HERMOSILLO, SON.- Párate aquí, ¿ya vieron ahí?, dijo la líder del un colectivo de búsqueda, ¡Aún está ardiendo!.

Las mujeres se acercaron a la fosa donde se encontraban los restos de una persona aún con brasas encendidas, a su lado un charco de sangre y unas esposas que confirmaban un punto más de exterminio en la costa de Hermosillo.

Primero, no supieron a donde habían llegado, pero después notaron que en el lugar había comida reciente y construcciones, como si fuera un punto de vigilancia con varios hoyos abiertos.

Los restos del cuerpo se consumían minuto a minuto, el calor del fuego a esas alturas debía ya debía haber eliminado restos ADN y poco podía hacer el grupo de mujeres, tan sólo, llamar al número de emergencias para solicitar apoyo.

Llegaron los expertos y confirmaron que dentro de la fosa se había consumido al menos un humano, aún quedaba evidencia de ello. Comenzaron a sacar los restos, cernieron cada centímetro cúbico de tierra y lograron rescatar restos de huesos humanos que se quedaban en la malla con casquillos percutidos de diferentes calibres.

Cada palada cribada dejaba ver puños de casquillos, 10, 20, 30, 40, 50, y hasta que se hicieron incontables.

En los alrededores encontraron bats ensangrentados, un árbol con huellas de que constantemente colgaban “algo”, lo golpeaban, sangraba profusamente y si no moría, lo pasaban a un banco a la orilla de una fosa para darle muerte.

Pasaban las horas y el primer respondiente no llegaba, al final arribó una patrulla de la policía municipal que al ver la escena se quedó inmóvil y manifestó no ser de su competencia y no poder quedarse en el lugar, después llegaron elementos estatales y al final ministeriales que les dieron la misma respuesta a las mujeres, “la zona no podía quedarse resguardada y mucho menos por ellos”.

Tales palabras hicieron pensar mal a las buscadoras pues nunca una autoridad había negado a llegar a algún punto de hallazgo y realizar su trabajo.

Finalmente la Guardia Nacional se hizo cargo del lugar y a regañadientes los policías se quedaron resguardando la zona pues ese punto supone más fosas clandestinas de acuerdo a la experiencia de las buscadoras.