¿Cómo será el T-MEC con Biden?

El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inicia una administración con temas comerciales que pueden generar disputas con el gobierno mexicano, por aparentes incumplimientos al T-MEC.

CIUDAD DE MÉXICO.- El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, inicia una administración con temas comerciales que pueden generar disputas con el gobierno mexicano, por aparentes incumplimientos al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

Existen al menos dos cartas que el gobierno del ahora expresidente Donald Trump envió a autoridades mexicanas, en las que dio a conocer su extrañamiento por diversas decisiones que se tomaron en torno a semillas de algodón transgénico y en materia de energéticos.

El exjefe negociador del T-MEC y actual socio del despacho Agon, Kenneth Smith y el director de RRH consultores y expresidente del Órgano de Apelación de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Ricardo Ramírez, coincidieron en que varios cambios en las políticas de México pueden llevar a Biden a iniciar una controversia comercial.

Además, el coordinador del Laboratorio de Análisis de Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, Ignacio Martínez, añadió que, con el pretexto de fortalecer la seguridad nacional, el nuevo presidente de EU intentará "tener una serie de políticas comerciales que vayan de acuerdo y den soporte a la estrategia de seguridad nacional".

Detalló que Biden puede utilizar contra México los artículos 4.B.7.1 sobre el valor del costo laboral automotriz; el 14.2 de energía, el 23.6.1 de derechos laborales, el 24.1 de medio ambiente, el 27.2 de anticorrupción y el 31.A de outsourcing, además de presionar al presidente Andrés Manuel López Obrador "en migración, seguridad y narcotráfico".

Ramírez Hernández dijo que se abren frentes de batalla con Biden porque "estamos ante una administración que va a vigilar la estricta aplicación del tratado, que en lugar de retórica y sombrerazos va a buscar que se cumpla al pie de la letra el T-MEC".

Añadió que será una administración "más cuidadosa en lo que diga, pero más vigilante en los compromisos del T-MEC".

"Ellos no van a gritar y hacer un muro; van a decirnos ‘has incumplido, A, B o C’, y aunque van a privilegiar el diálogo, empezaremos a ver señales de que empiezan a reclamarnos en seis meses", destacó Ramírez.

Sobre todo, se esperan quejas en temas como energías limpias, pues la nueva administración estadounidense ya dejó ver que está a favor del uso de fuentes renovables, algo que va contra las políticas recientes que se tomaron en México. El otro relevante es el laboral, dijo, pues la próxima representante Comercial, Katherine Tide, conoce bien el tema.

 

 

Agricultura: tema ríspido

 

En la relación bilateral también están vigentes investigaciones contra productos agropecuarios mexicanos como el arándano. Si bien ya se diluyeron luego de las elecciones en EU, apenas se verá el desenlace, pues algunos expertos sugieren que empezó por un tema político para ganar votos.

Smith afirmó que en el sector agroalimentario hay problemas potenciales, luego de las cartas que enviaron representantes de la administración Trump.

Son varios los frentes que se pueden abrir contra México por decisiones ideológicas que tomaron las secretarías de Agricultura y de Energía, explicó, como las semillas transgénicas y la decisión de prohibir paulatinamente la importación de glifosato.

También está el freno a permisos de productos biotecnológicos del sector agropecuario, que se considera en el T-MEC como barrera técnica al comercio. "Hay un capítulo de cooperación en materia agrícola que se está violando", dijo Smith.

Estados Unidos también ya cuestionó ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) los cambios en las normas de etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas.

"Otro irritante fuerte es el sector energético", consideró, por las decisiones que se tomaron para frenar la participación del sector privado en energías renovables y la mezcla de etanol en las gasolinas, porque Pemex cabildea para no usar ese compuesto.

A ello hay que añadirle los posibles incumplimientos en materia ambiental y laboral.

Además, durante el mandato de Trump, Estados Unidos abrió investigaciones por estacionalidad contra productos agropecuarios, como el arándano, pero está por verse si seguirán adelante.