OMC declara ilegales los aranceles de EU a China

La Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó como ilegales los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre alrededor de 200 mil millones de dólares en productos chinos.

HERMOSILLO, SON.- La Organización Mundial del Comercio (OMC) determinó como ilegales los aranceles impuestos por Estados Unidos sobre alrededor de 200 mil millones de dólares en productos chinos.

Es la primera ocasión en la que la OMC dictamina en contra de las políticas arancelarias impuestas por el gobierno de Estados Unidos a cargo del presidente Donald Trump, sin embargo, el mandatario ha afirmado repetidamente que la OMC trata a Estados Unidos de manera injusta.

En su decisión, el organismo de resolución de disputas de la OMC falló en contra del argumento de que China se ha involucrado en prácticas perjudiciales para los intereses de Estados Unidos, en temas como el robo de propiedad intelectual y la transferencia de tecnología.

En septiembre de 2018 se impusieron aranceles del 10% a 200 mil millones de dólares en productos, y ocho meses después se subieron a 25%. En junio de 2018 se impusieron aranceles adicionales del 25% contra productos chinos por un valor de alrededor de 34 mil millones de dólares en comercio anual.

El fallo, en teoría, permitiría a China imponer aranceles de represalia sobre bienes estadounidenses valorados en miles de millones. Pero es poco probable que tenga mucho impacto práctico, al menos en el corto plazo, porque Estados Unidos puede apelar la decisión.

 

El viejo truco

La administración Trump ha justificado las sanciones en virtud de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, que alguna vez fue una herramienta común utilizada por el gobierno de Estados Unidos para imponer sanciones, y recientemente revivida por Trump.

Estados Unidos argumentó que las acciones de China equivalían a un "robo sancionado por el Estado" y "apropiación indebida" de tecnología, propiedad intelectual y secretos comerciales estadounidenses.

El panel de la OMC dictaminó que las medidas de Estados Unidos violaban las normas comerciales internacionales de larga data porque solo se aplicaban a productos de China, y que Washington no había fundamentado adecuadamente su afirmación de que los productos chinos afectados con los aranceles adicionales se habían beneficiado de las prácticas chinas supuestamente injustas.