INE: cumplimiento de ley no depende de acuerdo

El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, afirmó que el cumplimiento de la ley no depende de la firma de un acuerdo, porque la legislación existe y hay la obligación de respetarla.

CIUDAD DE MÉXICO.- El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, afirmó que el cumplimiento de la ley no depende de la firma de un acuerdo, porque la legislación existe y hay la obligación de respetarla.

"El respeto a la ley no pasa porque haya acuerdos o no, qué bueno que haya acuerdos, abundan. La ley está ahí y el cumplimiento no depende de acuerdos. Qué bueno que existan y bienvenidos todos, pero la ley es la ley y estamos obligados a cumplirla", aseveró Córdova Vianello.

Subrayó que el INE no estuvo presente en el Acuerdo Nacional por la Democracia que firmaron el pasado martes el Jefe del Ejecutivo federal y 30 goberadores, porque él no fue convocado.

"El INE no fue convocado, es una cuestión entre actores políticos, entre los gobernantes, en donde se comprometieron a respetar la ley, qué bueno. Desde el INE celebramos todos los acuerdos, todos los esfuerzos políticos que se hagan en este sentido para generar convergencias y respetar la ley, bienvenidos", dijo.

Cuestionado sobre la posibilidad de que el INE convoque a la firma de un acuerdo similar, el consejero presidente respondió que si existe la necesidad de hacerlo, lo lleva a cabo.

Pero el INE a lo que convoca, destacó, es a que todas y todos los mexicanos, y todas y todos los servidores públicos, quienes sean, de cualquier nivel y fuerza política, cumplan con la ley: "A eso es a lo que convocamos, a eso estamos obligados", precisó.

Los acuerdos, añadió, mejoran el ambiente que los actores políticos han contribuido a tensar y crispar, a polarizar.

"Qué bueno que estén haciendo esfuerzos para que haya un ambiente menos tenso, menos crispado, menos polarizado, nos va a convenir a todos. Ahora, eso es una cosa y otra cosa es que se cumpla la ley", subrayó.

Córdova Vianello participó en la presentación de los resultados de la Encuesta Nacional de Cultura Cívica, que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Durante el discurso de presentación de la encuesta, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral resaltó que el país ha avanzado en el diseño de un andamiaje institucional para garantizar que la recreación de la democracia en las urnas se dé en condiciones cada vez más equitativas, imparciales y transparentes.

El valor del sufragio para la integración de los órganos representativos, agregó Córdova Vianello, es similar en todas las entidades y a nivel federal, y el proceso de cómputo, tanto en las casillas como en los distritos, se ha diseñado meticulosamente para erradicar cualquier posibilidad de fraude o de manipulación del voto en las elecciones.

Córdova Vianello destacó que pese a los avances, la desconfianza sigue presente en las elecciones e incluso es alimentada por algunos factores políticos, como parte de las estrategias electorales de algunos actores.

"Ambos datos, la desconfianza de la sociedad en el estado de la democracia y las instituciones políticas por un lado, y la utilización del discurso de desconfianza como mecanismo de acción política, tienen eco en los comicios porque la cultura cívica ha estado rezagada con respecto a los avances del sistema electoral mexicano.

"Con ello no quiero decir, por supuesto, que en 30 años no hayamos logrado avances en esta materia, en materia de cultura cívica, pero debemos reconocer que estos avances son todavía insuficientes para aspirar a ser una sociedad democrática madura", expuso el consejero presidente del instituto.

El martes pasado, en Palacio Nacional, 30 gobernadores y el presidente Andrés Manuel López Obrador firmaron el Acuerdo Nacional por la Democracia, en el cual todos se comprometieron a no intervenir en el proceso electoral y a vigilar que no se usen recursos públicos para favorecer a partidos o candidatos.

Quienes no participaron en el acuerdo signado en el Salón Tesorería fueron Enrique Alfaro Ramírez, gobernador de Jalisco emanado de Movimiento Ciudadano (MC), y Quirino Ordaz Coppel (PRI), mandatario de Sinaloa.