Historia de vida... sus casas tuvieron que ser demolidas

Los tres sismos del 7, 19 y 23 de septiembre causaron daños irreversibles en esos inmuebles que tenían más de 50 años construidos.

"Estaba mi padre que es el dueño en el número 18 y mi abuela en el número 16. La astucia de mi padre sacó a mi abuelita y los vecinos porque la puerta de plano ya no se pudo abrir, los vecinos lo ayudaron para poder sacar a mi abuelita", contó Monserrat.

El dictamen de Protección Civil fue contundente: las dos casas tenían que ser derruidas porque los daños que sufrieron las hicieron inhabitables. Los inmuebles, sólo de un nivel, con tres cuartos, cocina y baño fueron tirados por personal del gobierno local.

En el predio donde vivía Monserrat con su padre funcionaba un taller mecánico que también desapareció por los daños que sufrió el predio.

Recibirán 12 mil 500 pesos de compensación económica por un seguro que contrató el ayuntamiento para los contribuyentes que han cumplido con el pago de sus impuestos, que les servirán de poco para edificar otra vez su morada.

"Qué vamos a hacer, pues levantarnos, pedir todos los apoyos que se pueda del gobierno para levantar una nueva casa o dos porque son dos predios, pues ahorita me estoy apoyando en mi familia es la que está echándonos la mano", comentó.

A la espera

Pero tendrán que esperar los estudios de especialistas porque los arquitectos que revisaron los inmuebles de la calle Hidalgo le comentaron que el suelo de esa parte de Neza ya no es apta para la construcción de viviendas por los hundimientos que existen.

El gobierno local ha detectado al menos 3 mil 198 viviendas con algún tipo de afectación, de las cuales 2 mil 700 tienen daños severos, por lo que algunas de ellas empezaron a ser demolidas ante el riesgo que representan para la población.

Liliana Puga no aguantó las ganas de llorar cuando personal de Protección Civil le informó que su casa en la colonia Benito Juárez tendría que ser demolida.

"Se agrietó en la parte alta por el temblor, tiene 32 años y pues nos duele porque nos acaban de decir que la van a demoler en su totalidad, ya nos dijeron que sacáramos nuestras cosas y que viéramos dónde vamos a vivir", dijo entre sollozos.

Hay preocupación

La situación preocupa a Liliana porque no tienen dinero para edificar otro inmueble. Su padre de 52 años sufre epilepsia y ya no puede trabajar. Su madre se quedó sin empleo porque la casa en la que laboraba como trabajadora doméstica en la Ciudad de México sufrió daños y ella tampoco tiene ingresos porque se dedica a cuidar a sus dos hijos menores de edad.

"El gobierno nos ayudó a tirar la casa pero no tenemos un fondo, nos agarró desprevenidos el temblor, aunque de hecho no tenemos dinero para fincar, tendremos el terreno pero no tenemos dinero para construir una casa en la planta alta como la que teníamos", dijo.

"Que nos ayude el gobierno que no se olvide de Nezahualcóyotl porque la verdad todos están hablando de la Ciudad de México pero no se dan cuenta que aquí en Nezahualcóyotl perdimos muchísimo, la casa de mi padre tiene 32 años y la verdad es trabajo de mi padre, es pensionado, le dan convulsiones y la verdad antes sí trabajaba, pero ahorita ya no puede", mencionó.

El Universal / EMEG 26/09/17