Abundan los predios abandonados en la colonia Villa Hermosa

Entre predios abandonados, casas invadidas y callejones en mal estado, los vecinos de la colonia Villa Hermosa pasan sus días en tranquilidad, más preocupados por el narcomenudeo,

HERMOSILLO, SON.- Entre predios abandonados, casas invadidas y callejones en mal estado, los vecinos de la colonia Villa Hermosa pasan sus días en tranquilidad, más preocupados por el narcomenudeo que impera en la zona que por los indigentes y vándalos de las inmediaciones.

La colonia se ubica al sur de la ciudad, colindando al norte con la colonia Palo Verde, y al este con Los Olivos, situación que la ubica en el centro de una zona conocida por los maleantes que allí imperan. Sin embargo, los residentes afirman que el vandalismo no les quita el sueño, pues los asaltos allí sucedidos han disminuido considerablemente en los últimos años.

“Está muy tranquilo, aquí no pasa nada”, señaló Irasema Córdova, vecina de la calle Lauro Gálvez, quien expresó que la convivencia con los demás habitantes de la colonia es cordial y respetuosa, pues en su mayoría son familias que a diario realizan sus respectivos trabajos para ganarse el pan de cada día.

“Hay mucha gente trabajadora aquí”, continuó Córdova, “desde temprano la colonia está muy activa, todos los vecinos salen a sus trabajos”.

“Hará hace unos quince años que sí había mucho malandro por acá, pero ya no se los ve. Muchos se fueron y los que se quedaron ya se calmaron, es gente que ya anda trabajando en lo suyo”, apuntó por su parte don Fernando, dueño de un abarrote de la colonia.

Su esposa recuerda que hasta hace pocos años en la colonia vivían unos adolescentes a quienes en cierta ocasión se les encontraron armas de fuego deambulando por las calles del lugar, pero la situación no pasó a mayores y a estos jóvenes ya no se los ve en la colonia.

“Uno se juntó con una muchachita y se mudó a otra parte, y al otro no lo volvimos a ver”, advirtió la señora Esperanza López.

Uno de los problemas que reportan los vecinos es el estado de abandono en el que se encuentran algunos predios y casas que han sido invadidas, generando basura y focos de infección para el resto de los residentes.

“Muchos de esos lugares tienen años así. En una casa de las invadidas vive un señor que vende fierro viejo y cartones, no le hace daño a nadie”, afirmó don Fernando.

Un joven que prefirió omitir su nombre, coincidió en que la colonia no sufre de vandalismo, pero en cambio imperan las personas que se dedican a la venta de sustancias ilícitas. “Puros pick ups entran para acá”, señaló.

El acceso a la colonia se da al este a través del bulevar Libertad, y al oeste por el Solidaridad, siendo una de las quejas recurrentes el estado de deterioro que presentan los callejones por los que se accede a las casas construidas a las faldas del cerro, cuyo abandono es aprovechado por los habitantes de esa zona para pasar desapercibidos.

“Tengo 20 años viviendo aquí y nunca me he acercado al cerro”, confesó una vecina de la calle Alfonso Armenta, “ni me acercaré. No tengo ningún negocio en esos lados”.