Gustavo ha hecho sacrificios para sacar a sus hijos adelante, pero todo ha valido la pena

A los veinte años de edad, Gustavo se convirtió en papá. En la actualidad cuenta con dos hijos, y considera que, a pesar de su juventud, la dedicación fue su aliada para salir adelante.

HERMOSILLO, SON.- La figura paterna suele ser un escudo para los niños. Los padres de familia ejemplares crean una sensación de protección y valentía para lograr objetivos, además de brindar cariño a los hijos.

Ser padre involucra responsabilidad, empatía, esfuerzo, dedicación y tiempo de calidad con sus descendientes, características que Gustavo Robles, padre de familia hermosillense de 24 años, ha adquirido con el paso de los años.

A los veinte años de edad, Gustavo se convirtió en papá. En la actualidad cuenta con dos hijos, y considera que, a pesar de su juventud, la dedicación fue su aliada para salir adelante, y que su vida, en compañía de su familia, es algo invaluable.

Ser padre es un aprendizaje único, aprendes a ser más fuerte ya que no te puedes enfermar, tienes que ser más fuerte que las enfermedades para que a tus hijos y esposa no les falte nada”, comentó.

Las cosas en un principio fueron complicadas para la familia de Gustavo, la estabilidad financiera, el tiempo disponible para estar con sus hijos y esposa fueron factores limitantes, pero en conjunto, lograron una armonía en todos los aspectos de sus vidas.

Al hablar de sus metas antes de concebir a su primer hijo, considera que no renunció a ninguna, pero que tuvo que posponerlas para poder estar al pendiente de sus allegados.

Pospuse mis estudios para trabajar medio turno y he obtenido mis recompensas, he conseguido brindarle educación a mi esposa y cumplir otras metas a base de esfuerzo y sacrificios, todo ha valido la pena”, agregó.

Actualmente, el esfuerzo sigue vigente y la labor no se detiene. El hermosillense es chofer de transporte por aplicación, trabajo que es su principal ingreso, además de tener conocimientos en maquinados y soldaduras industriales.

Los pequeños Gael y Susana, de 4 y 2 años respectivamente son los hijos que lo han acompañado en el camino parental. Niños que aprenden rápido, adquiriendo el carácter de sus padres, considerados como una bendición en su crecimiento personal.

He cumplido muchas metas siendo padre, incluso más de las que yo creía, pero todo depende de cada quien, de las ganas y el esfuerzo que realice para que se hagan posibles, además del apoyo de mi esposa, padres y suegros”, finalizó.