Don Chuy asegura que le ha ‘dado bola’ hasta a la Gobernadora

bolero 27022018ej 11HERMOSILLO, SON.- “Quiero tanto a mi esposa como si fuera ayer, desde que la conocí en una fiesta la quise, bailamos, nos gustamos y a la semana me la robé y ya tenemos más de 40 años juntos”, platica emocionado Don Chuy.

Todavía es mi novia, dice Jesús María Cortez cuando se refiere a su fiel compañera María Dolores Benítez, con quien está casado, tienen cuatro hijos e infinidad de nietos.

Recuerda que se robó a su compañera en una moto, “la llevé una playa virgen que está por la carretera de Guaymas que conduce a Bahía de Kino y la moto no era mía, se la había pedido prestada a un amigo”, cuenta con una gran sonrisa.

“Hasta la semana regresamos y entregué la moto. Mi esposa estaba muy jovencita, tenía como 16 años y yo casi 20, desde entonces estamos juntos y lo recuerdo como si fuera ayer”, detalla este hombre de 68 años de edad.

Ha 'boleado' a grandes personalidades

Mejor conocido como Don Chuy en las áreas aledañas de Catedral, se desempeña como bolero desde hace 30 años en el corredor del bulevar Hidalgo y tiene infinidad anécdotas para contar.

De mirada apacible y gran conversador, platica que ha tenido la oportunidad de “dar bola” a grandes personalidades, como a la actual mandataria estatal Claudia Pavlovich, a quien le dejó unas botas largas ‘nuevecitas’ antes de ser gobernadora.

“Aquí estuvo la Claudia, pero todavía no era gobernadora, llegó con otras amigas y se bolearon los zapatos”, aseguró este carismático personaje.

Entre bola y bola, nunca se dio cuenta que la conversación daría pie para realizar la entrevista, al mencionar que tiene muchos años trabajando en este lugar y que ha tenido oportunidad de dejar como nuevos los zapatos de la mayoría de los arzobispos.

“Aquí estuvo el Padre Pino, en varias ocasiones ha estado Don Carlos Quintero Arce, Ulises Macías y también el actual Arzobispo, Ruy Rendón”, expresa con mucho orgullo.

Dice que llegan abogados y señores de pudientes familias que son sus clientes, con quienes ha tenido la oportunidad de entablar amistad durante estas tres décadas.

Don Chuy tiene tres hijos varones y una mujer, “la más grande tiene 40 años, es mi hija y casi todos se dedican al comercio, los miércoles descansan y yo preparo la comida familiar, es cuando nos reunimos”.

Platica que vive en una casa con un patio de mil metros cuadrados en la colonia Palo Verde, la cual disfruta con su familia y en especial con su esposa, “nos gusta caminar al fondo del patio como si fuéramos novios”, expresa con una sonrisa.

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De religión cristiana, dice que está agradecido con Dios porque sus hijos son personas de bien y sin vicios.

Asegura que con su trabajo, logró otorgarle una buena vida a su familia, “yo de niño fui muy pobre, daba bola, vendía chicles, hacía mandados y lo que fuera”.

Originario de Pueblo de Álamos, dice que desde la edad de 13 años, su madre decidió venirse a trabajar a Hermosillo, “éramos muy pobres y murió muy joven de cáncer, tenía 50 años”.

Agrega que ahora su vida está muy bien, “tengo mi moto, mi carro, la casa grande y salud, además que no tengo vicios”, expresa este hombre.

Don Chuy es un ejemplo de perseverancia y disciplina, porque al trabajar en lo que le gusta, el resultado es exitoso, disfruta al 'bolear' los zapatos de sus clientes, mientras el tiempo transcurre muy rápido y hace falta para abordar innumerables temas de conversación que quedan pendientes para la próxima visita.

EXP/MM/EJ/FEB/2018