Ven con tristeza como su colonia se convierte en basurero

Los vecinos de la colonia Rancho Grande al sur de la ciudad, reportaron problemas que ponen en riesgo la integridad de sus familias, como predios que se han convertido en basureros y hogar para maleantes.

HERMOSILLO, SON.- Los vecinos de la colonia Rancho Grande al sur de la ciudad, reportaron problemas que ponen en riesgo la integridad de sus familias, como predios que se han convertido en basureros y hogar para maleantes.

La zona más afectada cubre la calle Dr. Ramiro García en toda su extensión, donde hay gran proporción de viviendas abandonadas, y colindan con un lote y vías alternas a la colonia que se han convertido en basureros.

Raúl Barraza, vecino del sector, habló de las constantes preocupaciones por la gran cantidad de basura en la colonia, desde escombro, maleza, escusados y muebles, así como animales muertos que provocan pestilencias fuertes.

“Yo tengo aquí seis años y siempre ha sido lo mismo, luego bajan todos los vagos de la invasión y no podemos dejar nada afuera porque se lo llevan y se meten a la casa”, mencionó.

Paulett Rodríguez, vecina del área, comentó que su vivienda está junto a un predio que constantemente está siendo utilizado para quema de basura y que esto ha provocado daño en su vivienda en el exterior.

“Tenemos que estar hablándole a los bomberos o los vecinos a veces ayudan a apagar todo, es un peligro porque me da miedo irme a trabajar y dejar la casa sola y que me la quemen”, añadió.

Martín, dueño de una ferretería, agregó que él ha reportado el edificio abandona que se encuentra cerca de la calle principal, porque constantemente ve a vagos vivir en él y esconder cosas robadas.

“Es un nido de vagos en toda la invasión, no digo que todas las personas sean así, pero esa gente es la que más nos roba”, añadió.

La situación de las personas de esta colonia, según sus informes está en constante peligro, porque viven cerca de una zona llena de mal vivientes y focos infecciosos, esperan que las autoridades responsables atiendan sus llamados.