Su única remuneración es la satisfacción de ayudar; Marisol dedica su vida a la Cruz Roja

Marisol Carrasco Castro, de 24 años de edad, trabaja como voluntaria en la Cruz Roja desde hace cinco años, algo que ahora se convirtió en un estilo de vida de gran compromiso.

HERMOSILLO, SON.- La incesante labor de ayudar a los desfavorecidos es una de tantas actividades que Marisol Carrasco Castro, de 24 años de edad, realiza en la Cruz Roja; una joven que desde hace cinco años se desempeña como voluntaria y lo que inició como un pasatiempo ahora se convirtió en un estilo de vida de gran compromiso.

Egresada de la escuela de Cruz Roja como técnica en Urgencias Médicas, Marisol quiso complementar su profesión descubriendo con el tiempo que el voluntariado es algo más grande de lo que pensaba, contando con 3 años como jefa de servicio.

"Es un mundo muy amplio donde hay muchas cosas por hacer además de siempre estar capacitándose y preparándose; actualizarse en conocimientos es una chamba que requiere demasiado de tu tiempo, tu esfuerzo y dedicación, sobre todo compromiso'', comentó.

En un principio, su familia no quería que estuviera dentro de esta labor, no estaban conformes con que ella estuviera trabajando en vacaciones sin ser remunerada. Actualmente, cuenta con un trabajo que le permite tener ingresos económicos, es por ello que a veces se le complica organizar sus tiempos en cada uno, el no estar en fechas importantes como cumpleaños o días festivos, son sacrificios que conlleva pero no se arrepiente de hacerlo ya que lo hace con amor.

“En temporadas de vacaciones yo prefiero irme a operativos, me quedo un cachito de días con mi familia y los otros se los dedico a Cruz Roja”, dijo.

“Hay gente que nos apoya de corazón y se agradece pero hay gente que se porta muy difícil con la institución, así como nos respetan, hay personas que devalúan nuestro trabajo, cuando son las donaciones, piensan que por haber donado pueden exigir, no saben todo lo que hay detrás a nivel local o a nivel estado”, comentó.

Para Marisol ha sido una labor satisfactoria que no podría describir fácilmente con palabras, el ver la mirada de las personas cuando ya se sienten mejor o el hecho de saber que está ayudando a alguien a mejorar su calidad de vida, es la paga más grande que puede tener. Casos tanto de personas lesionadas, como accidentes o personas sufriendo, son situaciones que viven día con día que han marcado su vida.

"El que se nos reconozca con un día mundial es digno de reconocerse por que es una institución que viene de hace muchísimos años, es bonito recordar lo que se ha logrado y es es bonito recordar a la persona que creo esto y a todas las personas que estamos dentro del movimiento'', explicó.