“Heredé todo de mi madre": Martha Tanori aprendió los "secretos de la casa" hace 51 años

Fue desde hace 51 años y gracias a su madre, Sara Gutiérrez, cuando Martha Tanori empezó a acercarse al mundo de la panadería en la comunidad de Topahue, Sonora.

HERMOSILLO, SON.- Fue desde hace 51 años y gracias a su madre, Sara Gutiérrez, cuando Martha Tanori empezó a acercarse al mundo de la panadería en la comunidad de Topahue, Sonora.

Gracias a ello pudo aprender los secretos “de la casa” para preparar el pan que tanto disfrutaba realizar en compañía de su progenitora, quien falleció hace apenas seis años, y desde entonces ha continuado con la tradición, trayendo las empanadas y pan 'de vieja' desde tal poblado a Hermosillo.

Yo le ayudaba siempre a ella por eso le agarré al negocio de la panadería, yo tenia 10 años y hasta la fecha lo sigo haciendo, ya tengo 61 años y voy a seguir la tradición hasta que Dios me dé vida”, dijo.

Desde entonces, y casi a diario, se levanta en punto de las 05:00 horas para preparar la masa y para posteriormente elaborar las empanadas de piloncillo, piña, cajeta, jamoncillo y calabaza, de fruta de temporada, así como el tradicional pan 'de vieja', comentó.

Uno de los aspectos más difíciles al punto de preparar el pan es la masa, porque requiere “darle el punto” y conocer el momento exacto cuando está lista, reiteró Martha, lo cual depende del tiempo de reposo y otros factores.

Recordó que cuando era una niña su madre le prestó una olla con panes para venderlos alrededor de su pueblo, los cuales en ese tiempo, alrededor de 1970, costaban solamente ocho centavos pero hoy en 2021, la empanada cuesta ocho pesos y el pan 'de vieja' cuesta seis pesos.

No obstante, la pandemia por Covid-19 también ha pegado fuerte en su comercio, agregó, ya que en las celebraciones de cuaresma en su pueblo con la visita de familiares y turistas, vendía más de 200 panes pero este año solamente cocinó cien panes.

Pero tal situación no es un obstáculo para que continúe realizando esta labor, expresó, ya que continuará con tal tradición que heredó de su madre a quien recuerda preparando el pan y atendiendo a clientes con una gran sonrisa y amabilidad.

Siempre la recuerdo haciendo todo, preparando el pan pero al mismo tiempo atendiendo a los que vienen a comprar, yo aprendí todo de ella hasta el modo de tratar a la gente, heredé todo de ella