Don Miguel Ángel pudo continuar con su vida gracias a la cultura de la donación de órganos

Don Miguel Ángel Clark, de 68 años, contó su experiencia como una persona que recibió un trasplante y cómo gracias a ello pudo continuar con su vida.

HERMOSILLO, SON.- La donación de órganos es un acto de bondad que ha dado a muchas personas una nueva esperanza de vida. Un ejemplo de esto es don Miguel Ángel Clark, quien a sus 68 años contó para Expreso su experiencia como una persona que recibió un trasplante.

El también dentista, originario de Benjamín Hil, Sonora, comentó que principalmente está muy agradecido con la familia del donante y, sobre todo con la persona donadora, pues gracias a ellos puede contar su experiencia.

“Mi problema empezó después de una operación de apendicitis en el 2008 y al retrasarse mi cicatrización, y al realizarme algunos exámenes, se comprobó que era por cirrosis hepática que no cicatrizaba bien, entonces yo en ese tiempo tenía como estudiante a mi hija, quien contactó al médico Ernesto Duarte Table y en su momento fue quien me indicó todos los estudios correspondientes para comprobar lo de mi trasplante”, explicó.

Estuvo esperando un largo tiempo durante el cual llevó tratamiento para su complicación, pues este era necesario para ayudar a retardar el deterioro de su hígado. Debido al tiempo este se fue agravando más, por lo que tuvieron que estarle extrayendo ‘ascitis’, un líquido en el abdomen que provoca mucha debilidad, pérdida de apetito, entre otros muchos estados negativos de salud.

“Lo principal es hacer el protocolo de todos los exámenes que se te piden porque sin eso no se puede llegar a la conclusión de que eres compatible con un órgano. En ese tiempo se llevó todo el proceso del protocolo, lo teníamos en orden y sólo nos quedó esperar para que nos avisaran qué día podrían hacer el trasplante, expresó.

El trasplante de hígado lo recibió el 23 de agosto del 2016, cuando don Miguel Ángel tenía 63 años de edad. Resaltó que en el momento en que le hablaron para darle la noticia de que ya recibiría su trasplante, se encontraba con su familia mientras estaba hospitalizado por las mismas complicaciones mencionadas.

“A mí y a todos los de mi familia cuando nos dijeron nos dio mucho gusto pero también nerviosismo porque este tema es delicado. Para recibir el trasplante se debe de ser compatible y en ese momento todo indicaba que yo lo era con uno”.

“Mucha gente cree que cuando recibes un trasplante ya no eres nunca el mismo porque ese órgano no es tuyo, pero yo considero que sí. Eres la misma persona pero ahora necesitas cuidarte más. Llevar al pie de la letra las indicaciones de los médicos. Yo ahora me siento muy bien y aquí sigo”, destacó.

“Nunca hay que perder la fe, tuve mucho apoyo de mi esposa, de mis hijos. Mi hija siempre estuvo al pendiente, insistiéndome que no dejara de hacerme los exámenes que me pedía el doctor. También algo muy importante es agradecerle a Dios por la oportunidad que me dio de seguir viviendo”, indicó.

Por su experiencia, al ser una persona que pudo ser capaz de recibir un trasplante de hígado, don Clark recalcó que es necesario que la gente practique la cultura de la donación de órganos, porque así daremos a otra persona una nueva vida, pues esto es un acto de amor y bondad para aquellos que más lo necesitan.