Menores hermosillenses cambian sus clases por trabajar para apoyar a su familia

HERMOSILLO, SON.- Alrededor de 20 menores de entre los 11 a 16 años, quienes viven en comunidades cercanas al cruce de bulevar Solidaridad y Progreso, acuden diariamente a limpiar vidrios, vender toallas, frituras y más, para apoyar a la economía familiar y lograr el sustento diario.

La pandemia por Covid-19 ha ocasionado, sin duda, un incremento al desempleo en Hermosillo y tal situación ha generado que menores cambien sus clases por trabajar.

Tal es el caso de Martín, un menor de 16 años quien desde hace un año trabaja limpiando vidrios en ese lugar para lograr apoyar a su padre Martín Juárez, ya que ambos cuidan de su abuela Graciela, quien se encuentra pasando una situación difícil de salud.

El adolescente comentó que tras el inicio de pandemia su padre, quien trabaja en un taller, tiene que pasar más tiempo en su trabajo y/o cuidando a su abuela, lo cual lo ha orillado a tener que buscar opciones para ayudar a llevar el sustento al hogar.

“Mi ‘apá’ es el que me trae en las mañanas y ya en la tarde yo me voy como a la 1, 2 porque la señora que nos ayuda con mi nana se va temprano de la casa porque ella también trabaja”, mencionó.

A su corta edad, el menor recorre cada cruce de ese lugar situado al norte de Hermosillo para limpiar vidrios de automovilistas que transitan el sector. Con ello logra reunir hasta cien pesos diarios.

Por su parte, el señor Enrique Salmón, quien comercia toallas en el lugar, dijo que tras pandemia se vio en la necesidad de vender tales artículos y pistaches, garapiñados y dulces en compañía de sus hijos para lograr una mejora en la economía de su hogar.

“Yo ya trabajaba aquí y trabajaba solo pero pues empezó a haber competencia (tras Covid) y le tuve que pedir ayuda a mis muchachos”, comentó, “de menores de edad sí andan unos quince, la gente pues necesitan trabajar”.

Relató que la mayoría de los trabajadores acuden en un horario desde las 07:00 am hasta las 20:00 horas, entre los cuales se encuentran personas discapacitadas, niños, jóvenes y adultos que se encuentran en una situación difícil y ven en este cruce una esperanza para salir adelante debido al gran flujo de automovilistas.

“Sacamos para lo necesario para lo del día más que nada para la comida nosotros vivimos atrás de un hotel aquí cerca caminamos una diez cuadras”, agregó, “hay muchos ‘chamacos’ que andan en malos pasos ya en las colonias donde es más fácil que agarren pipa de cristal o mariguana y hasta cierto punto es mejor que anden aquí trabajando y que se enfoquen en algo mejor”.