Aún con pandemia, el Centro Educativo San Leonardo Murialdo no para su labor de ayudar a niños vulnerables

El Centro Educativo San Leonardo Murialdo se ha dedicado año con año a ayudar a los niños de la colonia Unión de Ladrilleros, con desayunos y apoyos escolares, incluso con la pandemia.

HERMOSILLO, SON.- Las necesidades de los niños de la colonia Unión de Ladrilleros no realizan cuarentena, situación de la que está consciente el Centro Educativo San Leonardo Murialdo, quien buscó alternativas para apoyar al desarrollo de la comunidad infantil vulnerable, incluso durante la pandemia.

Desde su fundación, en 1992, con apenas un tejado de lámina prestó servicio de desayunador al sector del noroeste de la ciudad. Su progreso fue paulatino, gracias al trabajo de sus impulsores y benefactores, hasta que en el 2003 ofreció apoyo escolar a infantes de educación primaria, labor que practicaron sin descanso hasta el confinamiento.

Desde marzo pasado, con la cancelación de clases ante la incursión del Coronavirus en México, el centro educativo también cerró sus puertas a los menores, situación que se prolongó hasta junio, cuando el padre Livio Chiriotti Barella, responsable de la asociación, determinó replantear la forma de contribuir con los niños, los cuales resentían la situación, por consiguiente, se optó por ofrecerles desayuno y comida para llevar a sus hogares.

“Como no se podía dejar que los niños salieran, se decidió darles la comida, porque se cancelaron muchas cosas, cerraron trabajos, algunos de los papás de los niños se quedaron sin nada, entonces el padre decidió abrir, hacer comida y que la recogieran”, platicó Silvia Patricia Días, voluntaria del lugar.

Se visualiza prolongar esta actividad hasta enero, en conjunto con la reanudación del ciclo escolar, en caso de que las circunstancias lo permitan. Por el momento, Silvia y un grupo reducido de colaboradores se dedican a renovar y realizar adecuaciones para brindar una mejor atención en el regreso de los infantes.

Misión con humildad

San Leonardo Murialdo fue un sacerdote preocupado en el desarrollo de los niños y jóvenes marginados y en situación de calle, platica Silvia Patricia, el santo tenía un centro de apoyo donde albergaba a menores vulnerables, por consiguiente, desean seguir sus pasos al apoyar a los asistentes a sobresalir, sin perderse en la ociosidad y los vicios.

En la institución, además de la asesoría escolar, ofrecen talleres de computación, música al impartir canto y guitarra, manualidades, deportes y diversos idiomas impartidos por prestadores de servicios. Todo ello practicado en valores inspirados en San Leonardo cómo hacer el bien y hacerlo bien, al igual, una educación empática y sensible.

La asociación civil atiende alrededor de 100 pequeños, en donde las carencias económicas no son las únicas presentes en su vida, al pertenecer a familias cuyos padres trabajan largas jornadas, muchos adolecen de atención y gestos de cariño para un crecimiento armónico. Los prestadores de servicio brindan más que una lección educativa y un plato de alimento.

“Vivía en una burbuja de cristal, pensaba que todos los niños habían sido creados con el mismo cariño o accesibilidad que yo tuve, pero cuando llegué aquí me di cuenta que muchos niños no tenían a sus papás, necesitaban cariño.

“Cuando llegas aquí, la mayoría te recibe con apapachos, si quieres ser fuerte o estricto muchos de los pequeños están acostumbrados a tener violencia en su casa, por lo que te responden con violencia, entonces había que cambiar, explicarles cariñosamente y entendían más”, contó Silvia Díaz.

La contribución del Centro Educativo San Leonardo con la comunidad es perceptible, numerosos adultos que recorrieron sus espacios encontraron un propósito provechoso, indicaron vecinos. Sin embargo, para el padre Livio Chiriotti no es suficiente, desea lograr un mayor impacto en su entorno con la guía de los principios del santo y la ayuda de la comunidad.

“Ahora con la cuestión de la pandemia hemos pensado en qué cosas pueden ayudar a los niños a seguir adelante, es un trabajo muy grande animar a jóvenes adultos para ponerse al servicio de los menores”, exhortó el sacerdote.