Madres Buscadoras de Sonora regresan a joven con su familia

No tardó mucho tiempo cuando sus familiares lo identificaron como Rogelio, quien supuestamente se había perdido desde hace seis años de Parral Chihuhua.

HERMOSILLO, SON.- El trabajo de búsqueda en vida de las Madres Buscadoras de Sonora (MBS) rindió frutos pues Rogelio, un jovencito de 22 años que se encontraba perdido desde hace seis fue regresado con su madre a su natal Parral Chihuahua.

Con tristeza en su persona Ceci Patricia Flores Armenta se enteró que el Jorge Luis González, Comisionado de Búsqueda de Sonora, sin avisarle retiró al joven del centro de rehabilitación donde residía desde el 18 de febrero para enviarlo a su hogar.

“Nos quedamos con ropa y zapatos que le habíamos juntado ya para él, con mucho esfuerzo boteamos para tenerlo en ese lugar a salvo y se lo llevaron sin avisarnos, sin darnos crédito y haciendo caravana con sombrero ajeno”, dijo Flores Armenta.

Y es que recordó que desde inicios del mes de febrero encontraron al chico en la carretera 100, a la altura de la carretera Cero, rumbo a la costa, en donde le tomaron una foto y la difundieron por sus redes sociales.

No tardó mucho tiempo cuando sus familiares lo identificaron como Rogelio, quien supuestamente se había perdido desde hace seis años de Parral Chihuhua.

Al tener ese conocimiento Flores Armenta acudió al auxilio del comisionado de búsqueda quien le manifestó que “solo tenía 13 pesos en la bolsa”, motivo por el cual no podía ayudarla.

“Nosotros tampoco tenemos dinero pero tenemos voluntad, corazón, empatía y vocación, por eso hacemos las cosas bien”, señaló la líder buscadora.

Debido a la inacción de la comisión las mujeres que se encontraban en gestiones para el colectivo en Ciudad de México perdieron el rastro del chico, pero el 18 de febrero se pusieron a buscarlo encontrándolo a la altura de Siete Cerros.

Posteriormente y con el apoyo de Seguridad Pública y la Secretaría de Salud pudieron trasladarlo al Centro de Rehabilitación donde las mujeres costearon su estancia y vigiliaban su estado de salud y comportamiento.

“Es una lástima que actúen con alevosía y ventaja las instituciones, pero sobre todo que se nos vuelva a ignorar y minimizar en nuestra labor, ahora lo que importa es que el joven ya va a su casa con sus familiares”, finalizó.