En serio nadie en el gobierno federal se da cuenta de la tormenta perfecta...

¿EN SERIO nadie en el gobierno federal se da cuenta de la tormenta perfecta que se está formando con la megalicitación de medicinas? Salvo Zoé Robledo que advirtió sobre el problemón que viene, el resto del Poder Ejecutivo no se atreve a sonar la alarma.

LAS QUE ya pusieron el grito en el cielo son las empresas distribuidoras de fármacos y materiales de curación, pero no sólo las grandotas, sino también las casi 2 mil pequeñas y medianas que, por capricho gubernamental, quedaron excluidas del proceso.

SEGÚN sus cálculos, todo el ahorro que pretende lograr el gobierno se estaría desvaneciendo con los costos que implicaría para el Sector Salud sacarse de la manga un sistema de distribución de alcance nacional, pues hoy por hoy nomás no lo tiene. Cuentan que, por ejemplo, el ISSSTE está pagando hoy hasta ¡7 pesos! por la distribución de una caja de paracetamol que le cuesta sólo 3.20 pesos.

Y MIENTRAS en la SHCP la oficial mayor, Raquel Buenrostro, sigue tratando de encontrarle el modo al nudo, en el Sector Salud temen que el desabasto que hoy existe de materiales se extienda a medicamentos para fines de año. Los retrasos pueden costar vidas.

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EN LOS PASILLOS de la Secretaría de Relaciones Exteriores se preguntan por qué el jefe de oficina del canciller, Fabián Medina, ya tiene listas las maletas para acompañar a Marcelo Ebrard a la reunión del G20 en Japón.

LES EXTRAÑA que en tiempos de la austeridad republicana, en la que se cancelan tantas peticiones de viaje de diplomáticos, se le vaya a autorizar el viaje a un funcionario que no es internacionalista, no habla inglés y mucho menos japonés.

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ENTRE las imprentas de Santo Domingo, se vio ayer a varios alcaldes tratando de comprar un acta de nacimiento salvadoreña o guatemalteca, porque dicen que sólo así podrán obtener recursos del gobierno federal... pues siendo mexicanos nomás no.

CON cierta envidia vieron ayer cómo Andrés Manuel López Obrador prácticamente le regaló 30 millones de dólares al salvadoreño Nayib Bukele, supuestamente para crear programas sociales en aquel país. Sin embargo, ese dinero le será entregado "sin condiciones políticas, económicas o financieras". Es decir, sin controles ni necesidad de comprobar en qué se usó, mucho menos de pagarlo.

PORQUE, claro, nadie piensa que un político centroamericano pudiera caer en la tentación de embolsarse ese dinero, ¿verdad?

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