Tal y como sucede con Pemex

TAL Y COMO sucede con Pemex o con el atractivo de México para la inversión, resulta que también están a punto de downgrade... ¡los cielos nacionales! Es decir, la auditoría que hizo en  octubre pasado la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos, fue porque el gobierno de la 4T va en picada en cuanto a seguridad aérea.

ESO EXPLICA de dónde salió la sorpresiva reforma a la Ley de Aviación Civil que envió el Ejecutivo y que tanta prisa tiene porque la aprueben en el Legislativo. Quienes sí saben de estos temas aseguran que la pérdida de calificación sería un desastre para el aeropuerto de Santa Lucía. Un lastre más pesado que todos los huesos de mamut que se han encontrado en el terreno.

Y ES QUE, entre otras cosas, quedaría en entredicho -oootra vez- la viabilidad de la central avionera del norte, pero, sobre todo, podría convertirse en un grave y caro problema para las aerolíneas nacionales que vuelan al extranjero. Y ahí sí ni modo de que tratándose de un aeropuerto internacional, el gobierno alegue... ¡soberanía aeronáutica!

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CERO. El crecimiento económico del primer trimestre será del cero por ciento, de acuerdo con los cálculos, ni más ni menos, que del subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath. Y dado que el especialista fue propuesto al cargo por el actual gobierno, a ver si alguien se anima a decir que tiene “otros datos”.

EL ASUNTO de fondo es que, pese al optimismo de Arturo Herrera, la realidad es que las malas noticias se siguen acumulando. Hace apenas unos días, el propio Banxico advirtió que no entregará los ansiados remanentes cambiarios, simple y sencillamente porque no hubo.

Pese a que la ley señala que el remanente de operación del banco central tiene que destinarse a la reducción de deuda, en Palacio Nacional desde hace meses se frotaban las manos con ese guardadito que, esperaban, sería de cientos de miles millones de pesos.

Y SI A ESO se le suma que el Indicador Global de la Actividad Económica cayó por  tercer mes consecutivo, queda claro que la realidad también tiene otros datos.

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DE ACUERDO con la prestigiada Clínica Mayo, las personas que enfrentan la condición de “personalidad narcisista” se caracterizan porque tienen “un sentido desmesurado de su

propia importancia”; requieren ser objeto de una “profunda y excesiva” admiración.

EN CONTRASTE esa seguridad extrema suele esconder, en realidad, “una autoestima frágil” que es vulnerable “a la crítica más leve”. La personalidad narcisista suele monopolizar las  conversaciones y espera que “se reconozca su superioridad”, incluso sin logros que la justifiquen. Cualquier parecido con la realidad política de México es mera coincidencia.