Cuando el rey transpira, la corte conspira

#TemploMayor CUANDO el rey transpira, la corte conspira. La falta de transparencia sobre el verdadero estado de salud de Andrés Manuel López Obrador provoca inquietud dentro y fuera del Gobierno

CUANDO el rey transpira, la corte conspira. La falta de transparencia sobre el verdadero estado de salud de Andrés Manuel López Obrador provoca inquietud dentro y fuera del Gobierno. Las contradicciones entre Olga Sánchez Cordero, el vocero Jesús Ramírez y el subsecretario Hugo López-Gatell dejan ver que en el Gobierno hay muchos hilos sueltos.

JUSTAMENTE eso pasa cuando se hace a un lado a las instituciones para rendir culto a la personalidad. Es decir, al haber convertido López Obrador el ejercicio del poder en un asunto personalísimo, su ausencia provoca cierto grado de ingobernabilidad. El show de un solo hombre se tambalea cuando falta ese hombre.

Y YA se sabe que en política los huecos siempre se llenan. Es probable que la suplencia por parte de Sánchez Cordero sea por mero organigrama, por ahora. Pero ante una eventual ausencia presidencial más prolongada, los diversos grupos dentro del gabinete están viendo cómo acomodarse. En este sentido, ¿quién de ellos conoce cómo está realmente López Obrador? ¿Eso les da alguna ventaja?

DESDE esa perspectiva, conocer el verdadero estado de salud del Presidente no es un asunto de morbo, sino un reto de gobernabilidad.

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LUEGO del frentazo que se llevó Javier Corral en la elección interna del PAN, las cosas se están poniendo más complicadas dentro del panismo en Chihuahua. El derrotado Gustavo Madero denunció que la dirigencia de su partido no cumplió con el acuerdo de que la candidatura a la capital sería para el grupo que perdió la nominación a la Gubernatura.

DE HECHO, Marko Cortés quería darle a Madero como premio de consolación la coordinación de la bancada albiazul en el Senado, pero el exdirigente ya le dijo que, con trampas, él así no juega.

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TIENEN mucha suerte los habitantes de Baja California, pues el Gobierno de Jaime Bonilla sólo dura dos años. Y es que el morenista en lugar de construir, pretende expropiar lo que otros construyen. ¡Qué fácil!

SU AMENAZA de agandallarse -apoyado en un sondeo en redes sociales- el Club Campestre de Tijuana puede ser sólo una bravuconada, como parte de su pleito en contra del alcalde Arturo González. Sin embargo, hay quienes se preguntan si, en realidad, se trata de un experimento de la 4T para ver si es chicle y pega. Total: si se han cancelado megainversiones con consultas patito, cómo diablos no se va a poder llevar a cabo a cabo una expropiación, ¡dándole like en Facebook!