¡Ups! Vaya embrollo se vivió ayer en el Senado...

¡UPS! Vaya embrollo se vivió ayer en el Senado.

Todo comenzó porque a Morena le enchiló que la senadora Lilly Téllez se pasara a la bancada del PAN.

Y Ricardo Monreal terminó desquitándose con el PRD al desaparecer su grupo parlamentario.

SI BIEN es cierto que los perredistas no alcanzaban el mínimo para formar un grupo parlamentario -se requieren cinco senadores o senadoras-, la realidad es que hasta ahora la existencia de su bancada y de la del PES había sido parte de un acuerdo político no escrito.

LAS COSAS se pusieron tensas y más porque los morenistas se frotaban las manos al creer que ahora sí podrán convocar a un periodo extraordinario a su antojo y, sobre todo, con su agenda sin toparse con el llamado Frente de Contención que habían formado PRI, PAN, PRD y MC.

El más preocupado era Miguel Mancera, que se había quedado chiflando solo en su escaño.

SIN EMBARGO, al parecer el propio Monreal fue quien apagó el incendio que él había iniciado, tejió fino y el PRD mantendrá su bancada (y sus respectivas prebendas)… aunque no cumpla con el requisito legal.

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MÁS VALE que en el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado vayan haciendo una vaquita (o una subasta) para cuando su nuevo titular, Jaime Cárdenas, deje el puesto… pues se va a querer llevar una muy buena lana.

POCOS lo recuerdan, pero cuando Cárdenas fue consejero electoral en el IFE, al terminar su periodo exigió que se le diera ¡pensión vitalicia!

Su argumento era que el cargo era equivalente al de un ministro de la Suprema Corte y, por lo tanto, merecía seguir cobrando el mismo sueldo toda la vida, además de contar con auto de lujo, seguridad y hasta vales de despensa.

EL HOY funcionario de la 4T se la pasó peleando dos años por una pensión que sólo él creía que merecía hasta que, finalmente, en 2003 un tribunal federal rechazó y desechó sus sueños guajiros.

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VIÉNDOLO BIEN, tal vez Andrés Manuel López Obrador sí tiene razón en eso de que su Gobierno va a crear de volada dos millones de empleos.

Y es que, con sus políticas de Gobierno, las empresas eléctricas van a contratar miles de abogados para frenar los embates de la Sener; se van a necesitar neumólogos para los enfermos que dejará la quema de combustóleo en las refinerías; cada día se necesitan más sepultureros por el mal manejo de la pandemia y, claro, más de un mexicano necesitará los servicios de un terapeuta -o de un barmanpara resistir hasta el final del sexenio.