DA LA IMPRESIÓN

DA LA IMPRESIÓN de que Andrés Manuel López Obrador está haciendo cuentas muy alegres con el Banco de la Ilusión, perdón, del Bienestar. Y es que según el Presidente, en tan sólo este año va a construir mil 350 "sucursales pequeñas" con una inversión de 5 mil millones de pesos.

ESTO SIGNIFICA, en números redondos, construir un promedio de ¡cuatro sucursales! por día. Y a lo mejor se puede argumentar que no es tan complicado dado que son "pequeñas", pero entonces surge otra duda más canija: si van a ser tan austeras, ¿cómo diablos entonces van a costar 3 millones 700 mil pesos cada una?

MÁS que hacerle caso a sus albañiles, tal vez el Presidente debería hacerle caso a Pitágoras.

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ESTE DÍA habrá que poner los ojos en Toluca, donde se llevará a cabo la elección del nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, que por primera vez busca realizarse sin recibir línea.

APENAS el viernes pasado entró en vigor la reforma impulsada por Morena que permite que el voto de los 47 magistrados mexiquenses sea secreto, a fin de que no se vean obligados a apoyar a algún candidato a mano alzada.

Tres son los finalistas para suceder a Sergio Javier Medina.

UNO es Ricardo Sodi Cuéllar, muuuy ligado a los Legionarios de Cristo, al grado de que fue su representante jurídico, y que además presume tener gran cercanía con la titular de la Secretaría de Gobernación.

OTRO es Vicente Guadarrama, que tiene más ganas que apoyos. Y la tercera, pero no necesariamente la última, es Elizabeth Rodríguez Cañedo, cuya candidatura es empujada por el cacique del oriente, el morenista Higinio Martínez. De hecho, un ex priista y ex presidente del propio Tribunal, José Castillo Ambriz, se ha convertido en su principal cabildero. ¿Quién ganará?

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POR ANDAR cuidando la tradición, en Gobernación se les extravió la sensibilidad política. Resulta que Olga Sánchez Cordero y el subsecretario Alejandro Encinas encabezaron la conferencia para presentar las estadísticas de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas.

EL ACTO sirvió también para que los funcionarios partieran y compartieran una Rosca de Reyes porque, claro, cuando se informa de la desaparición de más de 9 mil mexicanos tan solo en 2019, no hay nada más oportuno que cortar un pan por turnos y, entre risas, burlarse de quien tenga la "mala suerte" de encontrar a uno de los "niños".

SI NO resultara tan macabro, hasta parecería un show de humor negro, involuntario por supuesto.