Uno de los mayores problemas que ha tenido López Obrador...
UNO DE los mayores problemas que ha tenido Andrés Manuel López Obrador, en este primer año de gobierno, es tener que enfrentarse a la necia realidad que no se adapta al discurso presidencial.
NADIE podría realmente oponerse a que México, siguiendo una larga tradición de asilo y refugio, le abriera las puertas a Evo Morales... aunque eso hace que pierda sentido la cantaleta que tanto se ha escuchado en Palacio Nacional sobre el tema de Venezuela: somos respetuosos, no nos metemos, viva la autodeterminación.
SI HUBIERA concordancia entre el decir y el hacer, el gobierno habría dejado que los propios bolivianos decidieran qué hacer con el mandatario que perpetró un fraude electoral. Lo contrario se llama injerencia en asuntos ajenos.
ANTE ESTO hay una pregunta obvia: si al chileno Sebastián Piñera lo tumban las protestas populares, ¿también se le dará asilo o como es derechista invocarán la comodidad de la Doctrina Estrada? Ya lo dijo Benito Juárez, a los adversarios justicia a secas, a los amigos justicia, gracia y vuelo en jet ejecutivo. ¿O cómo era?
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HAY QUE reconocerle al gobierno de López Obrador su preocupación por la democracia en Bolivia. Ahora nada más falta que haga lo mismo en México y salga en defensa del INE, al que Morena quiere debilitar y -si se puede- hasta desaparecer, borrando de un plumazo la normalidad democrática. No vaya a ser que también Lorenzo Córdova termine pidiendo asilo.
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Y A TODO ESTO, ¿cuánto dinero están pidiendo como rescate los hackers para liberar los sistemas de cómputo de Pemex? Sería muy bueno que hoy Octavio Romero Oropeza explicara cuánto exigieron los cibercriminales y, sobre todo, si ya se pagó esa extorsión.
AUNQUE el gobierno ha querido disimular el asunto, el hecho es que un ataque cibernético de ransomware lo que hace es tomar control de los sistemas, precisamente, para cobrar un rescate, usualmente en criptomonedas imposibles de rastrear.
CUANDO se conozca el monto del rescate, lo siguiente será saber quién fue el funcionario de Pemex que permitió que esto pasara, pues con fuertes medidas de seguridad cibernética se pueden evitar estos ataques. A ver si no salen con que al antivirus se lo llevó la austeridad.
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EL QUE ESTÁ feliz, muy feliz, es el alcalde Vidal Llerenas, pues en su informe de mañana miércoles en Azcapotzalco tendrá como invitado de lujo a su mero jefe, Marcelo Ebrard. A menos, claro, que el canciller tenga que salir corriendo a atender oootra emergencia, de esas que le encargan a cada rato.
