Aunque lleva años diciendo que las consultas públicas al “pueblo sabio” son la mejor manera de tomar decisiones…

AUNQUE lleva años diciendo que las consultas públicas al “pueblo sabio” son la mejor manera de tomar decisiones, ahora Andrés Manuel López Obrador afirma que la duración de la gubernatura en Baja California deberá ser decidida por la Suprema Corte.

LA POSTURA del Presidente expresada a través de Twitter llama la atención porque, para validar sus obras estrella como el aeropuerto de Santa Lucía y la refinería de Dos Bocas, se acataron los resultados de dos “consultas” y, ahora, él mismo está descalificando a priori un ejercicio muy similar que se está llevando a cabo hoy entre los bajacalifornianos.

LA DUDA que genera todo este asunto es si no será que el Jefe del Ejecutivo se dio cuenta de que las encuestas no favorecen la pretensión del gobernador electo, el morenista Jaime Bonilla, de quedarse en el cargo 5 años y no los 2 años para los que fue elegido.

¿A POCO las “consultas” nomás son válidas cuando el resultado coincide con lo que diga el dedito del inquilino de Palacio Nacional?

Es pregunta sin inconsistencias.

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POR MÁS que le buscan, los estudiosos de las leyes no encuentran en la Ley Federal de Austeridad Republicana un artículo que justifique el uso de un avión de la Fuerza Aérea Mexicana para traer a México los restos de José José.

BIEN CLARITO dice la quinta fracción del artículo 16 que los vehículos aéreos propiedad del Poder Ejecutivo Federal -en donde se enmarca la Sedena- serán destinados a actividades “de seguridad, defensa, marina, fuerza aérea, de protección civil, así como al traslado de enfermos”.

Y LOS RESTOS de un cantante, por más querido que haya sido por los mexicanos, como que nomás no cumplen con alguna de esas condiciones.

ALGO MUY raro debe de haber pasado en este caso porque son muchas las veces que nos han dicho que las cosas ya cambiaron y que en México la ley se aplica sin excepciones.

A menos que la realidad -vaya contrariedad- no sea congruente con el discurso, pues.

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BIEEEN preocupado por la amenaza del crimen organizado a las rutas del transporte público en Acapulco y las afectaciones que provocó a los usuarios, vieron al gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, mientras andaba... ¡en el Festival Cervantino!

Y ES QUE, mientras el viernes miles de acapulqueños pasaban las de Caín, el priista presentaba en Guanajuato una nueva edición del Quijote.

Haría bien en leerla, a ver si se encuentra aquella frase que dice:

“El crédito debe darse a las obras, no a las palabras”.

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