¿El kirchnerismo en México?

Ayer llegó al país el principal dirigente del kirchnerismo en Argentina, Axel Kicillof.

Viene invitado por dirigentes de Morena y funcionarios del gobierno del presidente López Obrador con los que tiene previsto reunirse en los próximos días.

Este lunes estuvo en el Senado, visitando al presidente de esa cámara, Martí Batres, y al senador Héctor Vasconcelos, presidente de la Comisión de Relaciones exteriores, se reunió también con la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde, y mañana está invitado a la UNAM por el investigador John Ackerman a impartir una conferencia sobre “Cómo confrontar al neoliberalismo y no morir en el intento: Argentina, México y la nueva ola conservadora en América Latina”, en la Facultad de Derecho.

Estrella de la llamada “Era K” y del gabinete de Cristina Fernández de Kichner, en donde fue secretario de Economía, responsable de expropiaciones como la de Repsol y Aerolíneas Argentinas, Kicillof es actualmente diputado federal en el Congreso de Argentina por la ciudad de Buenos Aires y uno de los dirigentes principales del Partido Justicialista y de la corriente del kirchnerismo.

En los tres años que manejó la economía de su país, de 2013 a 2015, fue el ideólogo y creador de modelo de asistencia social que incrementó en más de 1,700% los fondos de ayuda social y que para el último año de su gestión —según el presupuesto nacional— entregó 18 millones de planes sociales a argentinos de bajos recursos, una política económica heterodoxa y asistencial que algunos apoyaron por ampliar la cobertura de derechos sociales, pero otros criticaron por considerarla clientelista y causante de la crisis de las finanzas y el aumento de la pobreza.

Fue el creador de “Progresar” (Programa de Respaldo a los Estudiantes Argentinos) que otorgaba una asignación mensual a cada joven de 18 a 24 años; de “Renovate”, que regalaba refrigeradores en colonias populares; de “Comprar” (Comercios de Proximidad de Argentina), que subsidiaba al pequeño comercio para competir con supermercados; de “Preprog” (Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos) que pagaba un jornal a los productores de maíz y trigo.

Algunos programas terminaron en corrupción y, aunque Kicillof es de los pocos que no fue acusado por delitos de corrupción —como la mayoría de sus contemporáneos del gabinete que están en la cárcel o sujetos a investigaciones—, y hoy es una de las figuras principales de la oposición a Mauricio Macri, para los grandes empresarios él fue uno de los artífices de la crisis y financiera que terminó con la derrota electoral de Cristina Fernández en octubre de 2015, tras 12 años de gobiernos kirchneristas y peronistas.

Una versión que circula entre los dirigentes de Morena que invitaron al diputado argentino, dice que su presencia no es sólo para hacer relaciones públicas y políticas, sino que Kicillof está por abrir una oficina en Polanco donde tendrá asesores argentinos para dar servicios de consultoría política y económica.

Incluso, se afirma que algunos de sus asesores han sido ya contratados por dependencias como la Secretaría de la Función Pública, que encabeza Irma Eréndira Sandoval, esposa del investigador Ackerman, y por la Secretaría de Bienestar, que encabeza María Luisa Albores, quien buscaría en la aplicación de los programas sociales del gobierno de López Obrador.

El kirchnerismo, reconocido por su agenda social y el avance en los derechos de los argentinos, sigue vigente como corriente política, aunque Cristina Fernández enfrenta procesos y denuncias por corrupción en la compra de hoteles y enriquecimiento de su familia. 

Con todo, de la mano de Kicillof y de Cristina, el peronismo ha crecido ante el fracaso de las políticas económicas de Mauricio Macri y en las próximas elecciones presidenciales de octubre los kirchneristas podrían volver a postular a Fernández de Kirchner y con ella, sin duda, estaría como compañero de fórmula y de campaña el jovial Kicillof que, con su imagen sin corbata y sus ideas keynesianas ha venido a asesorar y a visitar a sus amigos de Morena y del lopezobradorismo.

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