Otra vez Michoacán; ahora se le indigesta a AMLO

Como en los últimos sexenios, otra vez Michoacán vuelve a ser foco de tensión nacional. 

Si para Felipe Calderón fue el estado donde arrancó su fallida “guerra contra el narco”, con todo y traje militar que le quedaba grande, y para Enrique Peña Nieto fue el complicado escenario de un Operativo Especial contra Los Caballeros Templarios y los grupos de autodefensa, que no resolvió el narcotráfico y la violencia y sólo le limpiaron el estado al Cártel Jalisco Nueva Generación, ahora para el presidente Andrés Manuel López Obrador el conflicto local de la CNTE, con su bloqueo de dos semanas a las vías ferroviarias, provoca ya un problema nacional con pérdidas millonarias a la industria, mientras el gobierno federal y el estatal se lanzan la responsabilidad.

A diferencia de sus antecesores, que mandaron rápidamente soluciones de fuerza, con el envío de tropas militares y federales a Michoacán, López Obrador decidió atenderlo por la vía de los recursos y mandó mil millones de pesos para el pago de salarios atrasados que el gobierno estatal del perredista Silvano Aureoles se declaró en incapacidad de pagar desde el año pasado.

Pero el dinero enviado por la Federación no fue suficiente y la combativa sección 18 del magisterio disidente se negó a levantar el bloqueo de las vías del tren y respondió a los llamados “a la conciencia” del presidente y a que no afecten con sus acciones el transporte de carga ferroviario, que exigir el pago de sus salarios y de supuestos adeudos de 5 mil millones de pesos “no es por capricho, sino porque es lo que nos corresponde”.

De hecho, en contraste con las salidas de Calderón y Peña, que iniciaron en Michoacán el Waterloo de sus políticas de Seguridad, Andrés Manuel dijo que no recurrirá a la fuerza pública para liberar las vías federales del tren “porque no vamos a reprimir al pueblo”, y junto a su secretario de Comunicaciones, Javier Jiménez Espriú, dejó en manos del gobernador Aureoles la responsabilidad de resolver un conflicto que, asegura, “es local”.

Y Silvano, que ayer estuvo en el Senado donde recibió el respaldo de la bancada del PRD, se envalentonó y lo mismo cuestionó la interlocución con la Secretaría de Gobernación y “el estilo” de la secretaria Olga Sánchez Cordero “que no ayuda”, que anunció una controversia constitucional para pedirle a la Corte que se pronuncie si la Federación debe o no usar la fuerza pública en el desalojo de instalaciones federales.

Por la tarde, reunido con el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, el gobernador michoacano acordó instalar hoy una mesa de diálogo con la CNTE para atender sus demandas, pero amenazó con que “no habrá ni mesa ni pago” de salarios a los maestros de su estado “si no retiran el bloqueo de las vías”. Veremos cuánto más dura el conflicto magisterial michoacano y el bloqueo de vías que afecta al estado y al país, y provoca ya quejas de organismos empresariales como la Concamín y la Coparmex que denuncian pérdidas millonarias.

Y si la fórmula de López Obrador, de apelar a la “conciencia” de los maestros disidentes y mandarles dinero para sus pagos funciona.

Por lo pronto, ayer se sumó la no menos combativa sección 22 con “un paro indefinido” de los maestros en Oaxaca.

Con Michoacán ya éramos muchos y parió la CNTE.

NOTAS INDISCRETAS…

El fuerte desgaste que ha tenido Alfonso Romo con sus colegas empresarios, se notó mucho el jueves pasado cuando el jefe de la Oficina de la Presidencia estuvo como invitado de un fuerte grupo de capitanes de empresa en el Club de Industriales.

Era la comida mensual de los socios del Club y asistieron cinco presidentes de Cámaras.

A Romo lo flanqueaban en la mesa principal Pedro Aspe, Valentín Díez Morodo, Rogerio Azcárraga.

Entre los asistentes había varios embajadores y 450 empresarios de alto nivel como Pepe Carral, Jaime Chico Pardo, Prudencio López, Julio Millán, entre otros…

Los dados mandan Serpiente doble.

Caída libre.

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