Manotazo presidencial: se va Scherer; Adán, supersecretario

Manotazo presidencial: se va Scherer; Adán, supersecretario, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

El presidente López Obrador definió este martes nuevos cambios y movimientos en su gabinete. De entrada, se confirmó la renuncia de Julio Scherer a la Consejería Jurídica de la Presidencia, con lo que se iría del staff presidencial uno de los hombres más cercanos e influyentes en Palacio Nacional, además de otros cambios que se anunciarán en las próximas horas como parte de un ajuste que el Presidente está haciendo a su equipo en el arranque del tercer año de gobierno.

La salida de Scherer, que llegó a ser uno de los hombres de mayor confianza del Presidente, estaría directamente ligada al arribo del secretario de Gobernación, Adán Augusto López, a quien López Obrador le confía a partir de ahora todas las funciones que realizaba el poderoso Consejero Jurídico, como la relación y operación con la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con los ministros y con los diputados y senadores del Congreso de la Unión para la negociación y operación de iniciativas y reformas constitucionales prioritarias para el inquilino del Palacio Nacional.

De hecho, la noche de este martes, cuando se filtró una reunión de última hora en Palacio, donde se discutía la salida del hijo del periodista Julio Scherer García, comenzaron las especulaciones y las comparaciones sobre lo que significa la decisión del Presidente de pedirle la renuncia a uno de sus colaboradores más cercanos y de mayor confianza. Algunos observadores de la política asociaban la salida de Scherer con el reciente relevo en la Secretaría de Gobernación y la llegada a ese cargo del amigo y paisano tabasqueño del Presidente, Adán Augusto López.

Con su llegada, el Presidente parece confiarle a su amigo y paisano todas las labores de operación política y la labor de negociador y operador tanto ante la Corte como ante las Cámaras del Congreso de la Unión. Son todas las atribuciones que hasta ahora venían realizando, de manera dividida y además confrontada, Olga Sánchez Cordero y Julio Scherer Ibarra. De un manotazo, López Obrador puso fin al pleito abierto que sostenían el Consejero Jurídico y la Secretaria de Gobernación.

La noche de este martes, tras filtrarse el relevo inminente del Consejero Jurídico, uno de los hombres más poderosos de este gobierno en los primeros tres años del sexenio, un político de experiencia, que comulga con la 4T, nos hacía dos reflexiones: la primera que con la salida de Scherer y de Olga Sánchez se van dos de los moderados del gabinete presidencial y del círculo de mayor confianza del Presidente, lo que significa que los duros y los radicales de la 4T siguen ganando terreno en esta administración, hacia la segunda parte del mandato; y la segunda reflexión, que el "manotazo" de Andrés Manuel se parece mucho al que tomó el presidente José López Portillo en 1978, cuando ante el enfrentamiento abierto de sus secretarios de Programación y

Presupuesto, Carlos Tello Macías, y de Hacienda, Julio Rodolfo Moctezuma, optó por una decisión tan salomónica como dura: los despidió a los dos.

Eso fue lo que al parecer decidió Andrés Manuel López Obrador que, ante el pleito irreconciliable de Julio Scherer y Olga Sánchez, que tuvo altos costos en la operación política y la gobernabilidad en su administración, optó por despedirlos a ambos, y en su lugar llegó Adán Augusto López, un operador de todas sus confianzas, cuyo nombramiento y poder algunos ya lo comparan con el que Ernesto Zedillo le dio a Emilio Chuayffet en 1995, nombrado secretario de Gobernación con funciones de vicepresidente. ¿Será que hoy el nuevo vicepresidente del gobierno de la 4T se llama Adán y viene del paraíso tropical?