El nepotismo de Félix y los apuros de Morena

El nepotismo de Félix y los apuros de Morena, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

Hasta la noche de ayer, el partido oficial se debatía entre legitimar una práctica que tanto desprecia y rechaza el presidente López Obrador y que incluso asegura que ya no existe en su gobierno:

el nepotismo. Y es que mientras Félix Salgado Macedonio insistía en que su hija, Evelyn Salgado Pineda, fuera nombrada la candidata sustituta en Guerrero, Mario Delgado intentaba evitar la imposición familiar con la propuesta de dar paso a otra candidata a gobernadora, la exsecretaria de Desarrollo Social guerrerense, Beatriz Mojica Morga.

El jaloneo interno se puso tan intenso ante la presión de Félix por postular a su hija, que Mario Delgado y la Comisión de Elecciones de Morena decidieron posponer la decisión en Guerrero, prevista para anunciarse ayer a las 8 de la noche, para dentro de 48 horas. Mario propuso desde el principio que la candidata sustituta de Guerrero fuera Beatriz Mojica, aspirante que compitió con Salgado, exdiputada federal y exsecretaria de Desarrollo Social de Guerrero.

El problema para Mario Delgado es que aceptar la postulación de Evelyn Salgado abriría un frente de críticas y descalificaciones contra la 4T y López Obrador, que en varias ocasiones en lo que va de su gobierno, ha reiterado que el “nepotismo, amiguismo, compadrazgo e influyentismo, son de las peores lacras políticas del antiguo régimen” y que ya no existen en su gobierno.

¿Cómo entonces explicarían López Obrador y su partido postular a la hija de un candidato como sustituta de su propio padre? Ese dilema ético y moral es lo que impidió anoche que

Félix Salgado concretara la intención de hacer candidata a Evelyn Salgado, como había afirmado la noche del martes cuando, amenazaba con que “ya no vamos a ser uno, vamos a ser dos” en la

boleta electoral.

Pero el “plan” familiar de Salgado fue frenado, al menos por ahora, en el CEN morenista, donde lo único que acordaron fue que Félix será el presidente estatal de su partido en Guerrero y desde ahí coordinará la campaña de quien sea su sustituto o sustituta en la candidatura.

Y mientras el tema de Guerrero se posponía, lo que sí logró resolver anoche la Comisión Nacional de Elecciones fue que Alfredo Ramírez Bedolla, hasta ahora líder del Congreso local de Michoacán, será el nuevo candidato de Morena al gobierno de ese estado.

Ramírez  Bedolla fue impulsado por Raúl Morón, quien también se convertirá en dirigente estatal y coordinador de la campaña morenista. A diferencia de Félix Salgado y su capricho nepotista, Morón adoptó una posición mucho más congruente y flexible y desde ayer por la mañana, en conferencia de prensa, les respondió a los reporteros que él no pensaba postular a su hijo Raúl

Morón como candidato.

“Mi hijo no será candidato, yo nunca aceptaría ni propondría algo así”, dijo el michoacano. Fue el propio López Obrador quien definió que, ante la decisión mayoritaria de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, de cancelarles definitivamente el registro, fueran los mismos Félix Salgado y Raúl Morón quienes propusieran quién querían que fuera

su sustituto o sustituta en la candidatura.

Veremos cómo resuelven en Morena y en la 4T este “galimatías” en que se encuentran, donde por un lado está un toro que, aun con la estocada que le puso el Tribunal, aún resopla y quiere venganza imponiendo su apellido y su descendencia en el gobierno de Guerrero, y por otro lado está el discurso de López Obrador que condena el nepotismo y afirma que, como muchas

otras “lacras políticas del pasado”, ya desapareció de su gobierno.

¿Será que los compromisos para que Félix Salgado controle el gobierno guerrerense, donde operan varios grupos  del narcotráfico, son de tal tamaño que impondrán el apellido Salgado en el Palacio de Gobierno de Chilpancingo? No sería la primera vez que el Presidente se tenga que morder la lengua por incongruencias entre sus dichos y sus hechos