Consultas en los estados sobre centralismo

Consultas en los estados sobre centralismo, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.

La respuesta despreciativa que ayer martes le dio el presidente López Obrador a los 10 gobernadores que le pidieron diálogo para revisar el Presupuesto Federal 2021, advirtiéndole que de no hacerlo podrían abandonar el Pacto Federal, atizó la tensión entre la Federación y esos 10 estados, de los cuales ayer al menos cinco de ellos, Jalisco, Nuevo León, Aguascalientes, Tamaulipas y Michoacán, anunciaron que harán “consultas populares” entre su población para preguntarles si están de acuerdo con el trato fiscal que les da el Gobierno central y con el dinero de los impuestos que el centro les devuelve a sus estados.

Con el anuncio de estas consultas, que ya empezaron a hacer en sus eventos públicos a mano alzada y en las redes sociales, los gobernadores de la Alianza Federalista le darían al Presidente “una sopa de su propio chocolate” al promover estos ejercicios a los que es tan afín López Obrador.

Ayer mismo cuando, desde Palacio Nacional desestimó y minimizó el ultimátum que le dieron los 10 mandatarios estatales al calificarlos como “actos electorales” y decir que no podía sentarse a dialogar con ellos “porque hay que cuidar la investidura presidencial”, los gobernadores le respondieron al Presidente diciéndole que le tomaban la palabra y que convocarían a sendas “consultas” para preguntarle a los habitantes de sus estados si estaban de acuerdo con el trato que les daba la Federación en materia de presupuesto y cobro de impuestos.

El gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, instruyó ayer a su Secretario de Gobierno a revisar la viabilidad de una consulta popular en su estado mientras les preguntaba en Twitter a los neoleoneses:

“¿Cómo ven? ¿Hacemos una consulta pública para decidir si seguimos siendo los que más le damos a la Federación, a pesar de que nos devuelven sólo 28 centavos por cada peso que mandamos, o que Nuevo León se quede con lo que contribuye?”, mientras que en Jalisco, Enrique Alfaro, que dijo “tomarle la palabra al Presidente” y anunció la realización también de una consulta estatal, empezó ayer con un “ejercicio de calentamiento” en un acto con campesinos a los que les preguntó:

“¿Estamos dispuestos a seguir pagándole impuestos a la Federación para que ellos se queden con nuestro dinero y no le rindan cuentas a nadie?” y todos los asistentes votaron a favor a mano alzada.

Abrir la vena del rechazo casi general al centralismo que existe en la República Mexicana, por las realidades históricas y comprobables de gobiernos que consintieron demasiado al centro y descuidaron o menospreciaron las necesidades y el desarrollo de los estados, es un tema harto previsible y peligroso para todos, tanto los gobiernos estatales, que pueden desatar chovinismos locales que revivan viejos afanes separatistas, como para el Gobierno federal y para el mismo presidente López Obrador que puede fragmentar y balcanizar a una nación ya de por sí polarizada y dividida por regionalismos culturales, diversidades sociales y étnicas y hasta diferencias políticas.

Habrá que ver qué tanta pólvora real hay en este conflicto y qué tanto los estados aliancistas aumentan su presión y su exigencia a López Obrador para que escuche sus peticiones presupuestales y políticas; pero por lo pronto parece increíble que un Presidente que empezó su carrera y ascenso políticos precisamente con las banderas de las luchas locales de su natal Tabasco en contra del abuso del poder federal, hoy sea el mismo que se niega a dialogar con los gobernadores porque dice que le “ensucian” su investidura presidencial.

El líder social que ayer reclamaba atención y fin a los abusos del centro, hoy se volvió un Presidente que ni ve ni oye a la tercera parte de la República…

Los dados mandan Serpiente.

Mala racha.