El ‘Frena’ o la rebelión de los regios

El ‘Frena’ o la rebelión de los regios, escribe Salvador García Soto en #SerpientesYEscaleras

En momentos en que el país se encuentra en la fase más crítica de una pandemia mundial y que la economía entra en una franca recesión que se agudizará por el freno obligatorio a la actividad económica, la relación entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y un sector importante del empresariado mexicano ha entrado no sólo en punto de ruptura sino de una guerra abierta.

Desde Monterrey, poderosos empresarios han comenzado a generar un movimiento que busca propiciar condiciones para una renuncia anticipada en la presidencia de López Obrador.

El movimiento aunque surge del ámbito empresarial, en el que se suman poderosos capitanes de empresas de Nuevo León y algunos integrantes del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, los mismos que en la elección presidencial de 2018 intentaron impulsar una candidatura única de Ricardo Anaya contra López Obrador, está buscando sumar en todos los ámbitos y ya tiene el

apoyo de gobernadores del norte del país (Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila) además de medios y periodistas que apoyarían la idea de inducir una renuncia en la Presidencia que tiene intenciones claramente golpistas.

Lo más delicado es que los empresarios que impulsan el movimiento anti-AMLO ya empezaron a buscar el apoyo de Estados Unidos y que han intentado sumar a su propuesta golpista a un sector del Ejército y de la Marina, pero no han tenido éxito.

Representantes de ese grupo ya hicieron contacto con Jared Kushner, el yerno de Donald Trump. Utilizando servicios de despachos de cabildeo que operan en Washington, algunos de ellos a cargo de exdiplomáticos mexicanos, le han hecho llegar mensajes a Kushner con el argumento de que la situación económica y social de México se pude complicar tanto, ante las políticas de López Obrador para enfrentar la profunda crisis económica por el coronavirus, que el problema para Estados Unidos y para Trump ya no serán las caravanas de migrantes centroamericanos, sino “las

oleadas de migrantes mexicanos que buscarían cruzar ilegalmente a territorio es tadounidense ante el desempleo y la pobreza que se va a generar en el país”.

Caras visibles y caras ocultas 

La última vez que se reunieron con López Obrador, los empresarios del Grupo de los 10 o Grupo Monterrey, salieron de Palacio Nacional con posiciones encontradas. En esa ocasión, además de recordarle que “los empresarios no somos adversarios” y advertirle de la necesidad de apoyar con estímulos fiscales y prórrogas a las pequeñas y medianas empresas que generan más de 70% de los empleos nacionales, los dueños y CEO’s de los principales consorcios regiomontanos -Cemex, Alfa, Vitro, Xignux, Maseca, Frisa- le pidieron al Presidente que contratara deuda por 1 billón de pesos para que apoyara y rescatara a las empresas mexicanas y evitara una crisis de liquidez que llevaría a la quiebra a muchas PyMes.

López Obrador no sólo ignoró olímpicamente sus propuestas, sino que declaró que no piensa rescatar a ninguna empresa y que si tienen que quebrar, pues será responsabilidad de los empresarios.

"Con todo respeto, nosotros no vamos a continuar con más de lo mismo. No van a haber rescates para potentados”.

El Jefe del Ejecutivo no sólo rechazo los 68 puntos que le planteó recientemente el Consejo Coordinador Empresarial, producto de 11 mesas y foros donde se recogieron propuestas no sólo del empresariado de todo el país, sino de organismos financieros, especialistas e instituciones como el Banco de México, para librar la difícil crisis que dejará la pandemia del coronavirus.

Por eso la reacción abierta de confrontación que ha adoptado una parte del empresariado. Por eso incluso dirigentes como Carlos Salazar del CCE, que fue un entusiasta y convencido promotor de la 4T y de López Obrador, después se quejaría de que “nos cerraron las puertas de Palacio” y escucharía las voces de muchos empresarios del país que le pedían promover la salida anticipada del Presidente al grito de “Que se va ya ya”.

Ante esas posiciones, Salazar fue aún institucional pidiéndoles a los dirigentes del Consejo que esperaran al 2022 y participaran en la consulta de revocación de mandato programada para

ese año, con la aclaración de que “necesitaremos 30 millones de votos para pedir que se vaya”.

Pero hay otros empresarios que no son tan institucionales como Salazar. Este viernes uno de los socios de Soriana, consejero suplente del Consejo de Administración de la cadena de tiendas mexicana más grande, se destapó públicamente como “líder del Frente Nacional para la Remoción del presidente Andrés Manuel López Obrador”.

Pedro Luis Martín Bringas, hermano de los dueños de Soriana, dijo que el “Frena”, como se denominan, “es un grupo conformado por la iniciativa pública, no privada, que consta de gente de todos los partidos, de todas las clases sociales, de todos los niveles, estudiantes y profesionistas, empresarios y es un grupo, que así como el coronavirus no respetó ricos, pobres, estudiantes o profesionistas, así queremos que ‘Frena’ sea el detonante para que antes de 1 de diciembre (de 2020) el señor López Obrador se vaya a su casa y salvemos a este país”.

Incluso, el movimiento de los gobernadores del Noroeste, formado por Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, se conecta también con el activismo de los empresarios en contra de AMLO.

Esos tres estados, encabezados por el independiente Jaime Rodríguez, el panista Francisco García Cabeza de Vaca, y el priista Miguel Riquelme, no sólo han exigido reuniones con el Presidente

para coordinar acciones y mayor presupuesto para los estados en la pandemia del Covid, sino que también han cuestionado el actual Pacto Fiscal entre la Federación y los estados y han amenazado abiertamente con romperlo si el Gobierno federal no acepta una revisión a fondo de este convenio que reparte el presupuesto.

Ha subido tanto el tono del discurso de estos tres gobernadores, que incluso sumaron a su alianza a Durango y Michoacán, que en las redes sociales ya circulan propuestas y videos de crear la “República del Río Grande” formada por Coahuila, Tamaulipas y Nuevo León, con lo que no sólo se promueve el separatismo, sino que se revive un viejo proyecto fallido con el que en 1840 esos

tres estados mexicanos más Texas, que entonces era parte de la República, se proclamaron en contra del gobierno de Anastasio Bustamante.

Veremos qué rumbo toma esta intentona de los empresarios norteños que, con un Presidente en niveles de aprobación de entre el 60 y el 68% y con un repunte de 8 puntos en medio de la pandemia, no la tienen nada fácil. ...Los dados cierran con Escalera doble. Otra semana más en cuarentena. Ánimo y fuerza para los lectores, que ya falta menos.