López-Gatell vs. Narro, ¿a quién le creemos?

López-Gatell vs. Narro, ¿a quién le creemos?, escribe @SGarciaSoto en #SerpientesYEscaleras.

Lo que empezó como un debate médico-científico y un intercambio sobre modelos estadísticos y epidemiológicos, se tornó anoche en una confrontación que tomó tintes políticos entre Hugo López-Gatell y José Narro Robles.

Tras varios días de cuestionamientos al manejo de la pandemia de Covid-19 y a los modelos de medición y contención que ha aplicado, anoche el subsecretario de Salud le respondió al exrector de la UNAM y exsecretario de Salud que cuestionó en un tuit si realmente se “aplanó la curva” con las cifras de contagios cada vez más rápidos y altos entre los mexicanos.

“A ver cuénteme más, qué más dice el doctor Narro”, dijo sonriendo López-Gatell en su conferencia diaria de Palacio Nacional a una reportera que le preguntó si le había mentido a los mexicanos como dijo el extitular de Salud.

El coordinador de la estrategia contra la pandemia, lanzó dos dardos envenenados:

“Ya no le sigo la pista a Narro, no sé si está en el PRI o si está en la UNAM, pero por ahí debe estar”, comentó primero, para luego decir que respetaba la opinión del “doctor Narro, es un personaje respetable, fue secretario de Salud, fue rector de la Universidad Nacional y fue dirigente del PRI, me parece un individuo respetable”.

Pero con todo y el respeto, López-Gatell recordó más adelante: “307 hospitales quedaron abandonados, ahorita me acordé del doctor Narro, 307 hospitales quedaron abandonados en la administración inmediata anterior, por distintas razones”.

El comentario en Twitter de Narro se refería a las declaraciones que el subsecretario hizo en la víspera cuando anunció el 5 de mayo, junto al presidente López Obrador, que “ya hemos aplanado la curva de contagios” del Covid.

“Con los datos de López-Gatell, llegar a los primeros 6 mil 500 casos positivos del Covid-19, nos tomó 49 días. Alcanzar los segundos, llevo 8 días. Acumular los terceros, sólo 6 días. Los 6 mil 500 casos más recientes, únicamente 5 días. ¿De verdad aplanamos la curva?”, escribió el exrector de la UNAM.

Narro no ha sido el único médico ni científico que ha cuestionado los datos y el modelo de López-Gatell; el grupo Científico de la UNAM para el coronavirus también ha puesto en duda las cifras oficiales realizando sus propios cálculos a partir de multiplicar por 8 el número de contagios en su Centro de Información Geográfica sobre Covid 19, en donde se reportan muchos más casos de los que informa la Secretaría de Salud.

También el exsecretario de Salud Julio Frenk, quien actualmente es rector de la Universidad de Miami, ha declarado que hay una “subestimación grande” de los casos reales de contagio en México.

Aunque López-Gatell había rehuido hasta ahora la polémica, ayer miércoles, contrario al tono mesurado y contenido que suele manejar, el subsecretario de plano se metió al terreno político al referirse dos veces no sólo a la militancia priista del doctor Narro, sino al recordarle de los 307 hospitales que quedaron inconclusos durante su gestión como secretario de Salud.

¿Qué llevó a López-Gatell a envalentonarse y subirse al ring con Narro?

Seguro algo tuvieron que ver las porras que López Obrador le dedicó el martes pasado en su mañanera, cuando el presidente lo defendió de los cuestionamientos de la prensa con la consigna de “No está solo, no está solo, no está solo”.

Pero también la notoriedad y los reflectores que ha acaparado el subsecretario.

Veremos en qué termina este debate público que pasó de la ciencia y la medicina al terreno político y si la nueva estrella de la 4T resulta ser no sólo un carismático conferencista y speaker, sino un buen fajador y polemista político ahora que se subió al ring con sus críticos.

López-Gatell se enfrenta a personajes que le llevan muchos años en experiencia, capacidad y trayectoria pública y académica; pero como ya lo dijo el presidente, ese a quien él cree inmune al coronavirus y “una fuerza moral”, “no está solo” y tendrá de sparring, en su esquina, al mejor fajador y provocador que haya conocido la política mexicana.