A 100 años de la reforma universitaria cordobesa. Una mirada a través de Portantiero

Jorge Fernando Beltrán Juárez*

Este año se cumple el centenario de la reforma universitaria cordobesa, evento que implicó cambios estructurales en la sociedad argentina y latinoamericana, y no sólo modificaciones en las casas universitarias. No obstante, la pertinencia de referir este proceso no se encuentra sólo en la conmemoración de su centenario sino también en las reflexiones que puede generar. En particular, una mirada conveniente se encuentra en la obra de Juan Carlos Portantiero, Estudiantes y política en América Latina. El proceso de la reforma universitaria (1918-1938). Este trabajo, además de ser un análisis meticuloso del impacto reformista, lleva implícita una reflexión que hace cobrar vigencia a ciertas interrogantes que pueden servir de hilo conductor para entender la realidad mexicana, sobre todo ahora q

Entre algunas de las interrogantes que destaca Portantiero puntualizamos en una: ¿cuál es la vigencia de la reforma ante los graves problemas de la educación superior? Toda vez que el alumno como categoría social había cambiado.

Respondiendo a la interrogante el autor enfatiza que la vigencia de la reforma es actual, esto a pesar de que el alumnado ha sufrido modificaciones en sus rasgos. En este tenor las diferencias sustanciales se encuentran en el grupo que genera las consignas, ya que para 1918 el grupo social que demandaba la reforma era la pequeña burguesía, mientras que en las últimas décadas el grupo que se ha posicionado para exigir las modificaciones es la clase media. En este sentido también hay diferencias en la lista de peticiones de cada grupo, pues en el caso de la pequeña burguesía demandaban la secularización de la educación y mayor participación del alumnado en la toma de decisiones de las universidades. En el caso de la clase media la demanda se encamina a un objetivo central: el acceso a la educación.

Ambas posturas en su momento pueden ser entendidas como una democratización de la educación, aunque en el fondo tienen diferencias importantes. Para el primer caso la democratización debe entenderse como la mayor participación del alumnado en la vida institucional universitaria, mientras que para el segundo la democratización es concebida como la apertura a la educación para el grueso de la población. Sin embargo, esta última postura desata un problema importante y que sugiere Portantiero: ¿hasta dónde es posible hacer una apertura de la educación universitaria? En un primer momento señala que la educación universitaria, en su tiempo, era concebida como un “coto cerrado […] una máquina de segregación y no de integración”, no obstante el tema ha dejado de ser un debate clasista para convertirse en un problema regido por la ley de la oferta y la demanda.

En la reflexión de Portantiero la apertura a las “universidades de masa” generaría una sucesión de problemas. En primer lugar la infraestructura de las universidades públicas, ya muchas veces con bastantes problemas, no sería suficiente para dar cabida a todos los aspirantes. En segundo lugar, la degradación de la infraestructura llevaría de la mano una merma en la calidad educativa, lo que a su vez dificultaría que el egresado se integre a la clase media de conocimiento especializado, generando como consecuencia que se diluyan las posibilidades de competencia.

Con lo anterior, el problema central está en que la democratización genera una contradicción de oferta y demanda, además de que “el sistema económico genera bajas perspectivas al trabajo calificado”, por lo que el alumno al egresar encontrara un escaso mercado laboral. En este sentido una de las consignas y preocupaciones centrales, ya no es sólo el acceso a la educación superior, sino el acceso a la ocupación, por lo que habrá que preguntarse si la educación universitaria sigue siendo una “catapulta en la estructura de clases”, pues como lo sugiere Portantiero “el profesionista es una mercancía desvalorizada”, lo que ha provocado una crisis aspiracional y también de división social.

*Maestro en Ciencias Sociales por El Colegio de Sonora

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