Violencia contra mujeres en México y Sonora

Violencia contra mujeres en México y Sonora escribe Carlos Germán Palafox Moyers en #FueraDeRuta.

En las últimas dos décadas la violencia contra las mujeres ha sido objeto de importantes debates, leyes y políticas de carácter nacional e internacional. La Convención Internacional para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belén 1994) establece tipologías de Violencia Física, Sexual y Psicológica distinguiendo dos ámbitos de violencia.

 

  1. a) La que tiene lugar dentro del núcleo familiar o en el marco de un vínculo personal y que comprende en particular la violación, el maltrato y el abuso sexual, y 
  2. b) La que se produce en la sociedad por parte de personas que no se encuentran vinculadas con las víctimas por lazos familiares o afectivos, que incluye el abuso sexual y la violación por extraños, el feminicidio, la prostitución involuntaria, la trata de personas, el acoso sexual, el secuestro y la tortura. 

 

En México, miles de miles de mujeres son víctima de violación cada año. Detrás de cada violación hay una profunda humillación, violencia física y psíquica y una secuela que tarda tiempo en cicatrizar (quizá no lo haga nunca), con las que las víctimas tendrán que aprender a convivir. No todas las violaciones se denuncian y no todas las violaciones que se denuncian acaban en condena. Cada año, desde principio del milenio, se presentaron aproximadamente 15 mil denuncias por violación sexual en México. En el supuesto de que sólo el 20 por ciento de las violaciones son denunciadas, se puede calcular un promedio de aproximadamente 70 mil violaciones al año. 

 

De las 15 mil denuncias por violación que se registraron en el país, únicamente 2 mil estuvieron sujetas a proceso y un poco menos de 500 casos fueron los sentenciados con condenas. En los últimos años se han registrado, en el país, casi 3 millones de delitos sexuales, lo que equivale a 600 mil casos por año y a 1,845 casos por día, revela el estudio (2015) de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV). 

 

El documento señala que en ese periodo se han iniciado en México 83 mil averiguaciones previas para investigar este delito y sólo diez de cada mil agresiones sexuales son consignadas ante el ministerio público para que se les inicie un proceso penal. Estos datos nos muestran que la impunidad en México es de grandes proporciones. La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2014 realiza una estimación de la cifra negra (delitos que no se denuncian) de los delitos ocurridos en México y para estos delitos dicha cifra es de 94.5 por ciento. De acuerdo con lo anterior, la cifra negra de delitos sexuales en el periodo de estudio se puede estimar en 1, 410,627 casos en la mitad de las entidades (16 estados). 

 

Si esta cifra se multiplica por dos, se puede señalar que el total de los delitos sexuales cometidos en el país durante el periodo 2010-2015 fue de 2, 996, 180 casos, esto es, casi 600 mil delitos sexuales. 

 

Sonora 

En el periodo 2013-2015 se registraron 731 víctimas de violaciones en el estado de Sonora. El municipio de Hermosillo fue el que registró más violaciones en este periodo con 235 delitos.

Cajeme aparece con 104 delitos de violación; le sigue Nogales con 95 delitos y San Luis Rio Colorado con 71. 

 

En el periodo enero-junio del 2017 se registraron 104 delitos y el municipio de Cajeme presenta 22 delitos de violación, Hermosillo 17 delitos, y se mantiene la tendencia en Nogales y San Luis Rio Colorado con 14 y 10 delitos respectivamente. 

 

A pesar de los esfuerzos gubernamentales, existe aún un amplio desconocimiento por parte de los(as) operadores del sistema de justicia penal (fiscales y jueces) en materia de los derechos de las víctimas de delitos sexuales. Al desconocimiento se suma su falta de sensibilidad y los escasos apoyos y recursos económicos asignados a las instancias encargadas de atender y sancionar este tipo de conductas. 

 

La desconfianza de las víctimas hacia los(as) operadores del sistema de justicia penal, la inacción de las autoridades ante las denuncias de carácter sexual, el maltrato de algunas autoridades a las víctimas de estos ilícitos que, finalmente, atenta contra su dignidad. Estas y otras políticas sociales deben diseñarse de manera integral y con los protocolos internacionales que nos permitan erradicar la violencia contra las niñas, jóvenes y mujeres que son el futuro de Sonora. 

Además, como señalan algunos especialistas en la materia, mientras no se erradique la violencia hacia las mujeres difícilmente disminuirán las otras violencias que están consumiendo al país. 

 

Carlos Germán Palafox Moyers

Egresado del programa de maestría de El Colegio de Sonora. Profesor-Investigador del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora.