Preguntas frecuentes acerca del cáncer de mama

Por Liliana Coutiño Escamilla*

Octubre es el mes de concientización sobre el cáncer de mama, a continuación, te respondo algunas de las preguntas más comunes en torno a esta enfermedad, con la cual se diagnostican más de 10 mil mujeres mexicanas cada año. 

¿Qué es el cáncer de mama?

Es el crecimiento o reproducción de algunas células -generalmente llamado tumor maligno- que sucede en la mama. Los tumores o tipos de cáncer de mama reciben su nombre en función del lugar donde comienza este crecimiento o tumoración; por ejemplo, si el tumor inicia en los lobulillos, se le llama carcinoma lobulillar y si comienza en los conductos se le denomina carcinoma ductal.

A nivel poblacional, sucede mayoritariamente entre mujeres y es la principal causa de muerte, por cáncer, entre las mujeres mexicanas. A nivel global, es también una de las principales causas de muerte femenina.

¿Qué significan los números que acompañan los diagnósticos?

Los números que se asignan, tanto para la interpretación radiológica, como para los resultados de una biopsia, expresan las características y grado de diseminación que tiene el tumor. Están basados en sistemas de clasificaciones internacionales y sólo personal especializado puede determinarlo.

Un diagnóstico completo, de acuerdo con la NOM 041-SSA2-2011 debe considerar el análisis de los datos clínicos, radiológicos, pruebas de imagenología y de laboratorio. En México todos estos servicios se incluyen en la atención del sector salud, cuando la paciente no posee otro tipo de seguridad social (Issste, IMSS, etcétera)

¿Cuáles son los síntomas del cáncer de mama?

En una gran proporción de casos, especialmente cuando el cáncer está en etapas tempranas, las mujeres no expresan síntomas. Sin embargo, conforme el tumor avanza, hay señales de alarma, que pueden indicar la presencia de un tumor, como la secreción del pezón, el hundimiento en algunas partes del busto, bultos en el seno o axila(s), o bien, identificar cambios drásticos en el tejido o textura cuando la paciente se autoexplora.

¿Cómo se previene?

En la actualidad, como no se conocen las causas contundentes del cáncer de mama, no se puede hablar de prevención. La única forma de detener un tumor, es tratarlo cuando éste ya existe, por eso, en vez de hablar de prevención del cáncer de mama, se habla más bien de detección oportuna o precoz.

A pesar de no conocer una sola causa, se sabe que existen factores que aumentan o disminuyen la probabilidad de tener la enfermedad. Entre los factores de riesgo, es decir, los que aumentan la probabilidad, están el tener familiares directos con la misma enfermedad u otros cánceres, como el de ovario, la menstruación temprana, el tomar anticonceptivos orales por largos periodos, la menopausia tardía, la toma prolongada de reemplazos hormonales, el sobrepeso y el consumo de alcohol. Como factores protectores, es decir, los que reducen la probabilidad de tenerlo, se encuentra el lactar o dar leche materna por más de 12 meses, llevar una dieta rica en frutas y verduras, mantenerse en el peso adecuado, así como realizar ejercicio o ser una persona activa físicamente por más de 30 minutos al día.

Como cualquier factor de riesgo, la presencia de alguno de ellos, no garantiza que la paciente vaya a tener cáncer de mama, de la misma forma que el practicar algún factor protector, no garantiza que la paciente no se vaya a enfermar, pero es recomendable, en todo caso, practicar los factores protectores, especialmente si se poseen factores de riesgo hereditarios, o bien, rasgos fisiológicos inevitables, como la edad temprana en la primera menstruación o la tardía en la menopausia.

¿Qué tan frecuentemente debo hacerme pruebas para la detección precoz?

Si eres una mujer joven, menor a los 40 años, se recomienda que te autoexplores mensualmente en los días posteriores a la menstruación o regla. Sólo al hacerlo de manera sistemática, podrías identificar rápidamente cambios o apariciones de bultos que antes no estaban, incluso si NO tienes dolor o algún otro síntoma, es importante que acudas al médico si identificas algo. La mayoría de los casos de cáncer de mama, así como de otros padecimientos mamarios, se detectan en la autoexploración.

Si eres una mujer entre los 40 y los 69 años se recomienda que te realices la mastografía cada 2 años. Y si eres una mujer de 70 o más, que la mastografía te la hagas regularmente bajo prescripción médica, en función del historial clínico propio y familiar desarrollado.

(Y tú, ¿ya te exploraste durante este mes? Si no acostumbras a hacerlo, ¡puedes comenzar ahora!)

¿Cuáles son los tratamientos frecuentes para el cáncer de mama?

Los tratamientos para el cáncer de mama dependen del tipo de cáncer y del grado de diseminación del tumor. En la cirugía los médicos regularmente cortan tejido o extirpan el tumor. En la quimioterapia se emplean fármacos y en la radioterapia se usan rayos de alta energía, ambos para matar a las células cancerosas. En la terapia hormonal, en cambio, lo que se prescriben son hormonas que atacan el crecimiento o diseminación de las células cancerosas.

Es común que una paciente con cáncer de mama reciba no sólo uno, sino dos o más tipos de tratamientos. Adicional, hay tratamientos secundarios, es decir, aquellos que se emplean para contrarrestar los efectos secundarios del cáncer, como los trastornos del estado de ánimo, o bien, las reacciones adversas de los tratamientos primarios contra el cáncer, como las náuseas o la irritación en la piel tras la radioterapia. En el cáncer de mama, sólo se recomienda el uso de terapias complementarias, pero no alternativas, es decir, no se recomienda sustituir por medicina tradicional, herbolaria u otras terapias, los tratamientos ya identificados como eficaces para eliminar el tumor o la diseminación de células cancerígenas.

¿Por qué se cae el cabello durante el tratamiento?

La caída del cabello es una reacción adversa de algunos tratamientos para el cáncer de mama, que sucede regularmente entre la segunda y la cuarta semana de iniciarlos. Sin embargo, el cabello puede volver a crecer alrededor de la sexta semana de concluido el tratamiento y hoy en día existen numerosas alternativas estéticas, de acuerdo con las preferencias de las pacientes, que pueden hacer más llevadera esta etapa.

¿Cómo trato a una persona con cáncer de mama?

No hay una forma única de recibir la noticia del diagnóstico y de afrontar el tratamiento entre las pacientes y sus familias, por lo tanto, las necesidades de acompañamiento varían. La mayoría de las pacientes piden ser tratadas con empatía, pero no con lástima.

Si la paciente tiene miedo, los mensajes de reconocimiento, ánimo o valentía para afrontar la situación puede que funcionen para ayudarla a mantener un estado de ánimo positivo, pero si la paciente ha sido una persona regularmente fuerte o resiliente, los mensajes animándola a seguir siendo ‘una guerrera’ pueden resultar una sobreexigencia demoledora. Por ello, es importante realizar visitas y acompañar sólo con la intención de escuchar o que sea la misma paciente la que exprese lo que necesita de nosotros.

A veces el apoyo a brindar también está en forma de solución de problemas prácticos. El apoyo económico y sobre todo con la carga de actividades que implica llevar un tratamiento puntual es imprescindible para que la mujer no desarrolle síntomas secundarios al cáncer de mama, como la fatiga, insomnio o ansiedad.

¿Por qué hay un día o mes para la sensibilización del cáncer de mama?

Porque es importante la sensibilización en la población para que se lleve a cabo la detección oportuna, así como la implementación de cambios individuales y comunitarios si existen factores que aumenten el riesgo de padecer este cáncer. Aunque el Día Mundial para la Lucha del Cáncer de Mama sea el 19 de octubre, regularmente las acciones públicas para crear conciencia y aumentar el acceso a la detección y atención oportuna duran todo el mes.

La sensibilización de los servidores públicos y los centros de atención a las pacientes también son importantes, porque permiten mejorar la calidad de la atención, pero, además, visibilizar los retos que tienen las instituciones para hacer el trabajo de detección. Un ejemplo de ello es la escasez de mastógrafos y radiólogos capacitados en México, los cuales siguen siendo insuficientes, aun cuando se ha probado que la realización de mastografías en la población en riesgo, de forma sistemática, es el método más efectivo para la detección precoz.

Octubre, es el mes para exigir -sobre todo en los países en vías de desarrollo- mayor apoyo a la investigación de la enfermedad, así como para demandar a los centros de atención, la reducción en los tiempos para otorgar resultados a las pacientes y para acceder al tratamiento una vez que se ha confirmado el diagnóstico, ya que son factores que tienen un impacto directo probado en la sobrevivencia de las pacientes.

¿A qué se refieren las campañas rosas?

Dado que la gran mayoría de las pacientes con cáncer de mama son mujeres, se ha adoptado el color rosa como un símbolo femenino de lucha contra esta enfermedad. Algunas instituciones y empresas han emprendido campañas en las que ofrecen productos o servicios con el distintivo del listón rosa curveado, pero no todas las empresas transparentan el destino de esos recursos a la investigación de la enfermedad o la atención de las pacientes. Por lo tanto, queda en nosotros, como consumidores o ciudadanos, la responsabilidad de darle seguimiento al destino o transparencia de esas ganancias recaudadas.

En fecha reciente, en países desarrollados se han emprendido campañas anti-rosa, argumentando que la enfermedad nada tiene de romántica o dulce y que resultan un pretexto para que las marcas obtengan mayores ganancias, un ejemplo de ello es la campaña #menosrosamasinvestigacion en España, que pretende sensibilizar acerca de que la experiencia de la enfermedad no es ‘de color de rosa’ y que hay que tomar acciones, en lo colectivo y en lo individual, para que esta enfermedad deje de cobrar vidas y exista mayor empatía y compromiso político con las pacientes que la padecen.

La realidad es que ya sean campañas rosas o negras, la difusión de lo que sucede en esta enfermedad y el diálogo con pacientes y sobrevivientes ayudan a sensibilizar sobre las acciones necesarias a emprender, tanto en lo individual, como en lo colectivo.

(Y tú ¿has ido a ofrecer tu apoyo a alguna mujer diagnosticada o sobreviviente? Todos conocemos a alguien. Visítala. Recuerda que tu empatía es importante.)

*Egresada del programa de maestría de El Colegio de Sonora. Doctora en Ciencias en Epidemiología por el Instituto Nacional de Salud Pública.

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