Un extraño enemigo

En estos tiempos se acercaron al señor unos fariseos…

Florestán.

Cuando Leopoldo Gómez me comentó hace unos tres años, la idea de Bernardo Gómez de hacer una serie sobre el 68 no alcancé a entender del todo la responsabilidad de este proyecto histórico.

Con Leopoldo hablé mucho del tema, le mencioné los riesgos ¡Televisa hablando del 68! un reto en todos los sentidos del que no veía cómo salir airoso.

De lo mismo hablé con Bernardo hasta que registré que ya había tomado la decisión, y sé que cuando dice que algo va, ¡va!

Y el proyecto, fue.

Pasaron meses de trabajo con los guionistas, actores, productores, asesores históricos y una realidad que mata todas las ilusiones: el presupuesto.

Era la primera vez que Televisa se embarcaba en un proyecto que no había recorrido, pero en el que ya estaba.

Una serie de ficción que no saldría de inicio en la televisión abierta, si no en una de las principales plataformas de video en demanda: Amazon Prime.

Supe de largas conversaciones de Leopoldo con protagonistas de la época, testigos y sus descendientes.

El sí del genio de Gabriel Ripstein, el afirmativo del más difícil, el extraordinario actor, Daniel Jiménez Cacho, el reparto, los guiones, el desarrollo y el punto central: ¡el pinche presupuesto! que, insisto, no entiende razones.

Finalmente, después de casi tres años, este jueves asistí a un avance privado de los dos primeros capítulos de la serie, tiene ocho, y al terminar, como otros, me quedé sorprendido de la calidad de la serie, que muestra capacidad para ir más allá.

Su nivel cinematográfico, los personajes, la trama, su desarrollo, ritmo, contenido, personajes, me dejó, no sorprendido, porque conozco íntimamente sus niveles de producción, pero sí orgulloso de ver algo diferente que abre un nuevo capítulo de Televisa, que ha sabido navegar en la cresta de la ola para que ésta no la arrastre como a otros.

Un paso que ya no tiene marcha atrás y del cual Emilio Azcárraga, su productor ejecutivo, está más que satisfecho.

El reto, ahora y ya, es seguir.

Esta forma de hacer televisión, Un extraño enemigo, no tiene reversa.

RETALES

1. GRACIAS.- La gira de agradecimiento por todo el país de Andrés Manuel López Obrador, tiene el riesgo del templete: confundir los tiempos de campaña con los de presidente electo y de caer, en el calor de la plaza, en la rijosidad electoral -recibo un país en la bancarrota- que contrastan con la madurez de la transición;

2. VÍCTIMA.- En su difícil encuentro con familiares de desaparecidos y muertos, el viernes, AMLO recuperó el tema de la minoría rapaz, la misma con la que ya se ha sentado varias veces.

Y el fin de semana declaró que si hubiera crisis macroeconómica o de inflación, sería culpa del Banco de México, cuando ese no es de su resorte, sería de las autoridades hacendarias de su gobierno; y

3. SEGURIDAD.- Finalmente el presidente electo llegó a Culiacán con un equipo de seguridad, no del Estado Mayor Presidencial, que obedecerá órdenes de su comandante supremo a partir del uno de diciembre, si no de particulares, dijo, especialistas en el tema, que es mejor que nada.

Nos vemos mañana, pero en privado.

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