La sucesión, una guerra interna

La sucesión, una guerra interna, escribe Joaquín López-Dóriga en #EnPrvidado

Son como un retrato que oculta el rostro.

Florestán.

Cuando Andrés Manuel López Obrador dice que no hay candidatos presidenciales en la oposición, en lo que tiene toda la razón, le falta decir: Hoy la oposición no existe, lo que retrata el momento político a la mitad de su gobierno, ahora que tras las elecciones de julio abrió la temporada de la sucesión, se autodeclaró el destapador y a los aspirantes los definió como corcholatas, de lo que el miércoles, Ricardo Monreal se desmarcó: Yo no soy de ese club y no admito ninguna connotación de ese tipo, me dijo.

Pero es cierto lo que repite el Presidente: no hay ningún liderazgo competitivo en la mermada oposición con sus partidos hechos pedazos, convertidos en cotos personales o de grupos.

Ha dicho una y otra vez que en su movimiento hay muchos proyectos, que ha mencionado, y que ya existe relevo generacional, lo que se ha interpretado como su apoyo a la Jefa de Gobierno. Debo decir que todos los precandidatos son más jóvenes que él, que el 13 de noviembre cumplirá 68.

Claudia Sheinbaum tiene 59; Ricardo Monreal 61, igual que Marcelo Ebrard y el más joven es el recién llegado, Adán Augusto López Hernández, 58.

Así que todos caben en su capítulo del relevo generacional.

Pero, dicho esto, retomo el que los precandidatos a la Presidencia de la República sean todos de su movimiento, nadie, reitero, de la oposición. Y por eso, la lucha, el conflicto y la eventual ruptura será interna, en familia, ellos entre sí, y luego todos con López Obrador. No hay otro escenario porque no hay otras opciones.

RETALES

1.- 2024. Ayer, engallada por el señalamiento público de López Obrador el martes en Tláhuac, Claudia Sheinbaum exclamó: “¿Y quién está pensando en 2024?” Y le contesto: su jefe y promotor, López Obrador. Encarrerada, dijo a los otros aspirantes que se pusieran a trabajar como ella lo hace. Plop;

2.- CITA. Lo que no se había visto se formalizó ayer en la Cámara de Diputados. Morena logró que se cite a comparecer ante el pleno al presidente del INE, Lorenzo Córdova, lo que me parece muy bien. Lo que no cuadra es que el presidente de su mesa directiva, Sergio Gutiérrez Luna, acudiera ayer a la sesión de consejo general de ese instituto para cepillarse a todos los partidos opositores. Es el tema de tener dos camisetas de un mismo equipo; y

3.- RÉMORAS. El INE ya sepultó las tres franquicias a las que el Tribunal Electoral dio vida para que nos costaran casi mil millones de pesos, sin contabilizar las decenas de miles de spots gratuitos en radio y televisión. Estas rémoras no lograron el 3% del voto en las elecciones de julio para mantener su registro y prebendas, y los van, pero volverán con otras máscaras: Encuentro Solidario, que es el PES, Redes Sociales Progresistas y Fuerza por México. Nadie los va a extrañar.

Nos vemos el martes, pero en privado.