Morena. Una guerra civil

La abundancia extrema produce visiones.

Florestán

Es tal la guerra civil en Morena, que ni siquiera puede cumplir con la renovación de su dirigencia nacional, los días 23 y 24 de noviembre, que ya bateó para el año que viene, aunque anoche dijeran que no.

Ni con eso pueden.

Ahí se da una lucha tan equivocada como adelantada por el 2024 con escala en el 2021, sin entender aún la fuerza ni alcances del proyecto López Obrador que tiene como candidata a Claudia Sheinbaum, su fuerza es la de él, la única que le garantiza la consolidación de su prioridad: la 4-T.

Morena sólo ha tenido dos presidentes electos y por asamblea, Martí Batres, el primero, del 20 de noviembre de 2012 al 20 de noviembre de 2015 y Andrés Manuel López Obrador de esa fecha al 12 de diciembre de 2017, cuando renunció para ser candidato presidencial y Yeidckol Polevnsky asumió la presidencia interina pero en su carácter de secretaria general, que hoy mantiene pero la quiere formal, en lo que también están Mario Delgado y Bertha Luján.

En noviembre del año pasado debía haberse dado la renovación, pero se pospuso un año, hasta el mes que viene, que encontrará a Morena enfrentado en la lucha por el poder de sus grupos, a veces con expresiones violentas, lo que ha llevado al presidente López Obrador a advertirles que “ya no es lo mismo” y amenazar con dejar el partido y hasta cambiarle de nombre si se van por ahí.

Apenas esta semana hizo público un memorándum donde advierte a los funcionarios que al que meta las manos en asuntos partidistas, léase Morena, lo va a despedir y aplicar la nueva ley que tipifica esa intervención como delito grave.

López Obrador ha dicho que él no va a intervenir en ese proceso pero ante el caos interno y para evitar que siga la suerte del PRD, estoy convencido que tendrá que poner orden en Morena que sigue siendo un movimiento y él lo trata como un partido.

Y además, suyo.

RETALES

1. RELEVO.- En diciembre tiene que estar lista la nueva Fiscalía de la Ciudad de México por lo que la actual procuradora, Ernestina Godoy, pasaría a un cargo muy cercano a la Jefa de Gobierno.

Ahora, en caso de un conflicto, como el que hoy se vive, Godoy sería la primera fiscal, pero de transición;

2. MISION.- El presidente designó a Olga Sánchez Cordero como representante de su Gobierno a la entronización del nuevo emperador de Japón, Naruhito.

La pomposa ceremonia se llevó a cabo en el Palacio Imperial, de Tokio; y

3. COCHES.- Carlos Salazar, presidente del CCE, reveló que Ricardo Monreal les aseguró que no transitará la iniciativa morenista de legalizar 18 millones de autos “chocolates” que sería un obús a la línea de flotación de la industria automotriz que hoy sostiene el crecimiento de México.

Aprobarlo sería legalizar el contrabando de coches porque en México no hay 18 millones de autos ilegales, el parque vehicular total es de 40 millones de unidades.

Nos vemos mañana, pero en privado.

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