Graves afirmaciones de AMLO

El presidente Andrés Manuel López Obrador hizo ayer tres afirmaciones que escandalizan:

a) Se investiga sobre el robo de combustible a un general brigadier (egresado del Colegio Militar, la Escuela Superior de Guerra y la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM), que cuando era coronel tuvo a su cargo la protección del entonces gobernador Enrique Peña Nieto y luego gerente de Servicios de Seguridad Física de Pemex.

b) Antes de la estrategia que ha motivado el desabasto de combustibles se robaban en promedio 787 pipas diarias, ahora sólo 177:

“En total se han robado, desde que iniciamos el plan, ocho mil 540 pipas menos. Si se colocaran una tras otra, son como 80 kilómetros de pipas las que ya no se han robado…”.

c) Que ve a “los analistas adversarios diciendo: 'Ahora sale más caro trasladar gasolina con pipas'. Pues sí, pero es muchísimo más caro que se la roben, o sea, de sentido común”.

A reserva de que se corrobore o descarte la insinuación de que el militar sea delincuente, de algo sirve saber que la de Seguridad Física de Pemex es una de las tres gerencias de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica (adscrita a la Dirección Corporativa de Administración), creada el 14 de marzo de 2014 para fortalecer “las políticas de seguridad para la protección de las instalaciones, bienes y valores” de la empresa, según su boletín.

Las otras dos son: de Estrategia y Sistemas de Seguridad y Monitoreo y, de Vinculación Interinstitucional de Salvaguardia y Logística.

El supuesto “robo de pipas” parece una desafortunada “explicación” de lo que equivale el saqueo en los ductos, pues en los tres años anteriores a éste sólo fueron hurtadas… 25 unidades: cinco en 2016, 11 en 2017 y nueve entre enero y agosto de 2018 (cada pipa estándar de 40 mil litros de capacidad tiene un costo promedio de 180 mil dólares: 3.6 millones de pesos).

Finalmente, que el Presidente de la República diga que son “analistas adversarios” los que aseguran que “sale más caro trasladar gasolina con pipas” y él reconozca:

“Pues sí” (añadiendo la temeridad de que “es muchísimo más caro que se la roben”), pero admita que el transporte por carretera es más barato y que considere la obvia deducción como de “sentido común”, me deja estupefacto: 

¿Los opinadores a quienes ha ofendido tachándolos de “conservadores” y “fifís” los considera “adversarios”?

¿No es consciente de que sus satanizaciones azuzan a muchos de sus seguidores para agredir (hasta físicamente, me consta en carne propia) a quienes osamos criticarlo, tocarlo con pétalos de una rosa?

En mi texto de ayer en favor de la Guardia Nacional no fui su adversario, ¿sino uno más de sus devotos, correligionarios, barberos o lacayos?

Quizá peor: si ante el desastre del inaudito desabasto de combustibles los “analistas” aplican la lógica elemental, ¿el Presidente considera que hasta el sentido común es otro de sus “adversarios…”?

TAGS: