¿Dónde está Gildo?

¿Dónde está Gildo?, escribe Carlos Marín en #ElAsaltoALaRazón

A la serie de pifias de la CNDH con Rosario Piedra como titular, se suma la designación y, al parecer, prudente recule, del encargado de atender agravios contra periodistas (a uno le dedicó estas palabras: “Si sabe algo el vejete que lo demuestre, porque si no lo voy a citar y le van a reventar a elotazos el hocico”).

Se llama Gildo Garza Herrera y fue corrido de la organización Periodistas Desplazados de México porque “durante casi tres años ha manipulado a víctimas para beneficiarse personalmente de recursos y acceder a cargos públicos”.

Violó los estatutos, alteró “documentos de la CNDH para presumir ser la primera organización en presentar una queja contra la propia Rosario Piedra”.

Es “una persona que no cumple con los requisitos legales ni morales ni académicos ni de experiencia para el cargo”… y es quien solicitó hacer públicos los estudios médicos y psiquiátricos del presidente de la República.

Interrogado al respecto, Andrés Manuel López Obrador tuvo el tino de responder:

“Es una decisión de la Comisión. Soy respetuoso, no guardo rencores a nadie. ‘Si pidieron’ que yo presentara mis análisis clínicos, estoy muy bien, estoy al cien. No debemos meternos en eso, solo que tenga algún impedimento legal…”.

Entrevistado por “La Jornada”, Garza dijo que respeta “mucho” la investidura presidencial, y que la petición la hizo “en el marco de una investigación con motivos de trabajo”.

Sobre “otros señalamientos en su contra que se han hecho públicos en redes sociales luego de la polémica que generó dicha petición de datos, el periodista señaló que sus críticos tienen derecho a expresar lo que deseen, siempre y cuando sea en un marco de respeto, al tiempo que prefirió no responder a dichas acusaciones. ‘No tengo nada qué decir. Mi designación se da con extrañeza por parte de algunas personas, pero la maestra Rosario Piedra la tomó, la agradezco y la voy a cumplir con cabalidad y respeto, agradeciéndole que considere a un periodista víctima de desplazamiento forzado interno y padre de familia”’, decía la nota.

Por supuestas amenazas de criminales en Tamaulipas, Gildo es beneficiario del mecanismo de protección a periodistas (“botón de pánico”, pago de renta de casa y despensa para él y su familia).

El puesto en la CNDH le daría un asiento en la Junta de Gobierno que coordina la Secretaría de Gobernación, lo que le permitiría emplear ese programa en beneficio propio, grave abuso en los servidores públicos.

En una carta, Periodistas Desplazados se quejó ante la CNDH por la designación.

Hizo ver que Garza Herrera no cuenta con título profesional y tiene “antecedentes judiciales con sentencia ejecutoria firme en el juzgado de circuito 19 de Tamaulipas y la posible comisión de otros delitos de carácter penal y civil”.

No habiendo, pues, objeción por parte de Andrés Manuel, lo intrigante es que en los nombramientos revelados el viernes por la CNDH, Gildo no apareció.

Por las dudas, por si acaso, por lo visto y por supuesto, todo indica que Gildo fue “desnombado”.