Un nuevo comienzo, una nueva oportunidad

La autora es licenciada en Psicología, con maestría en Terapia Gestalt.

Durante el paso de nuestra vida, enfrentamos diferentes situaciones donde hemos superado momentos difíciles, a veces logramos salir rápidamente y en algunos otros casos nos tardamos un poco más. Sin embargo cada día nos da numerosas oportunidades de aprovechar los nuevos retos a los que nos enfrentamos.

Los nuevos comienzos vienen a menudo cuando termina alguna cosa, como un proyecto, relación, enfermedad. Una etapa de nuestra vida, una carrera, étc. A veces lo que parece el final puede ser una oportunidad de un nuevo comienzo.

Un nuevo comienzo es dejar atrás el pasado, volver a intentar una y otra vez, resolver, crecer y crear. Es soltar para poder tomar un camino diferente.

El iniciar puede traer diferentes emociones como temor, incertidumbres, dudas o felicidad por el nuevo reto al que nos enfrentamos. Esto depende de cada persona, de su historia de vida y también de cómo hemos aprendido a movernos en el mundo.

Este cambio es un deseo personal, ya que nadie puede hacerse responsable de lo que a ti te corresponde, aunque a veces no estamos acostumbrados a resolverlos solos y buscamos hacernos las víctimas para que alguien más se haga cargo.

Como dice Jorge bucay “porque nadie puede saber por ti. Nadie puede crecer por ti. Nadie puede buscar por ti. Nadie puede hacer por ti. Lo que tú mismo debes hacer. La existencia no admite

representantes”.

Hay algunas características que podríamos aprender para seguir adelante: una autoestima fuerte y flexible, independencia de pensamiento y de acción, habilidad para dar y recibir en las relaciones con los demás, reconocimiento y desarrollo de tus propias capacidades, una mente abierta y receptiva a nuevas ideas, estar dispuesto a soñar, sentido del humor, capacidad de

afrontamiento, la existencia de un propósito significativo en la vida.

Es importante mencionar que no es como suceden las cosas lo que hará que nosotros reaccionemos de una u otra manera, sino el como lo interpretemos, eso marca la diferencia.

Hay algunas sugerencias con las que podíamos empezar a trabajar: -Busca hacer las cosas de manera diferente. “si siempre haces lo que siempre has hecho, siempre obtendrás lo que has obtenido”. -Siempre que tengas un pensamiento negativo, no te demores en él, simplemente di: “te reconozco y te acepto”, después siente como  ese pensamiento se disuelve.

Concéntrate en el alivio y relajación de tu cuerpo, siente cuando se libera la tensión de cada célula de ti.

-Escribe cuál sería el primer paso que tendrías que dar para empezar de nuevo, visualiza y concéntrate únicamente en ese primer paso, mírate lográndolo y sintiendo en tu cuerpo la emoción de ver realizado ese primer movimiento.

-Revisa que elementos necesitas para realizar ese plano meta.

-Establece una fecha posible para realizarlo.

-Emociónate por el reto que tendrás, arriésgatea trabajar con tus expectativas y sueños, consciente de lo que es posible realizar.

La autora es licenciada en Psicología, con maestría en Terapia Gestalt.

Psic.gladys12@gmail.com