Juárez, Zaragoza, Díaz y Negrete durante La Batalla de Puebla del 5 de Mayo

El autor es escritor e historiador. 

Posterior a la guerra de los tres años, en 1861 la república mexicana se encontraba totalmente devastada en cuanto a política pública, económica y seguridad interna, y sobre todo externa, lo

que orilló a diversos países a tratar de apoderarse de nuestro país, siendo Francia uno de ellos.

Aquel año las fuerzas combatientes de España, Francia e Inglaterra desembarcaron en las costas de Veracruz con el fin de cobrarle a México cada una de sus deudas, a las buenas o a las malas.  Armaron una alianza militar tripartita donde cada país poseía un objetivo distinto.

Por  un lado, España quería recuperar las colonias del continente americano, Inglaterra buscaba extender su imperio industrial al nuevo continente, mientras que Francia cazaba la apertura de nuevos mercados y la  apertura de ricas colonias mineras.

Al ver semejante barbaridad, Benito Juárez, quien estaba al frente del ejecutivo, decretó el 17 de julio una prórroga para pagar la deuda externa en un lapso de dos años.

Una vez decretado el trato, los países europeos deciden abandonar territorio mexicano, sin embargo, uno de ellos decide volver al año siguiente, Francia. En abril de 1862 los países de Inglaterra y España deciden romper la alianza militar con los franceses, pues se percataron de los intereses geopolíticos de dichos europeos.

La movilización del grupo militar francés comandado por el General Charles Ferdinand Latrille, Conde de Lorencez, a la Ciudad de México los últimos días de abril provocó la movilización de

las tropas mexicanas.

El Jefe del Ejército Oriente, Ignacio Zaragoza, decide realizar una convocatoria de defensa nacional, y, una vez llamada ésta y con apoyo  de su tropa pasan a radicarse temporalmente en la ciudad de Puebla, donde el General Porfirio Díaz arriba junto con el mando de una brigada de infantería de indígenas de la sierra de Ixtepeji.

Fue así como a las 9 de la mañana del 5 de mayo de 1862, con el disparo de un cañón mexicano dio inicio una de las jornadas más gloriosas que registran nuestra historia patria. El mando francés concentró su esfuerzo en el Fuerte de Guadalupe, por lo que lanzó un primer embate a este punto.

A pesar de la superioridad en armamento de las fuerzas de zuavos de Lorencez, estas fueron detenidas por las tropas nacionales (conformada por alrededor de dos mil hombres), a quienes, por  cierto,  el militar Miguel Negrete decide apoyar a pesar de sus disputas personales con el General Zaragoza, bajo la frase “yo tengo Patria antes que Partido”.

El ataque francés hacia el Fuerte de Guadalupe se repitió en dos ocasiones más, los soldados mexicanos lograron rechazarlos en ambas y provocar con ello la retirada francesa, siendo así de forma resumida por el cual se celebra este cinco de mayo la Batalla de Puebla, pues obtuvimos una brillante victoria ante el que entonces era el ejército más poderoso del mundo.

Fuente Bibliográfica: Archivos de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El autor es escritor e historiador.

Estudiante de la Escuela de Derecho de la Universidad Unilíder.

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