Sombrío panorama del trabajo infantil en México

El autor es abogado litigante.

El día del niño fue creado para conmemorar a todas las víctimas infantiles que dejó la Primera Guerra Mundial. En 1924, la Liga de las Naciones ratificó la Declaración de Ginebra sobre

los Derechos de los Niños, misma que tiene como finalidad garantizar la protección de los infantes.

Sin duda alguna, uno de los graves flagelos que padece la infancia es el trabajo infantil, el cual en la gran mayoría de los casos repercute gravemente en su desarrollo, ya que al estar obligado a desempeñar labores que naturalmente no le son propias, se veprivado de llevar una vida plena acorde a su edad, situándose en una franca desventaja que por lo general, perdura hasta la

vida adulta. (Ver estudios de movilidad social en México).

El convenio 182 de la Organización Internacional del Trabajo (Ratificado por México en el año 2000), versa sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación. La OIT define al trabajo infantil:

“Como una violación de los derechos humanos fundamentales, que ha demostrado perjudicar el desarrollo de los niños, pudiendo conducir a daños físicos o psicológicos que les durarán toda la  vida.

El trabajo infantil se encuentra clasificado como trabajo nocivo para el desarrollo físico y mental de los niños, e incluye tareas que a su vez se definen como: a) Son mental, física, social o moralmente peligrosas y dañinas para los niños; b) Interfieren con su escolaridad privándolos de oportunidades de asistir a la escuela, forzándolos a abandonarla prematuramente o

exigiéndoles asistir a esta y al mismo tiempo, realizar tareas pesadas o de larga duración.

En los peores casos, el trabajo infantil puede esclavizar a los niños. Separarlos de sus familias, exponerlos a peligros, enfermedades graves y/o abandonarlos a su propia suerte en las calles de las grandes ciudades – a veces cuando aún tienen muy pocos años.”

Conforme a la Ley Federal del Trabajo, está estrictamente prohibido bajo cualquier circunstancia el trabajo de los menores de 14 años, y bajo una estricta vigilancia y en determinadas circunstancias y centros de trabajo, se permite que menores de 14a 16 años lo desarrollen.

Ahora bien; tomando en cuenta lo anterior, resulta sumamente ilustrativo retomar algunas cifras de esta grave problemática en el país. Según datos publicados por INEGI en diciembre del año 2019, cerca de 3.3 millones de niños y adolescentes están en situación de trabajo infantil en México (datos publicados en la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil.)

De estos 3.3 millones, 2 millones estaban en ocupaciones no permitidas, actividades de mercado. Y 1.3millones estaban en quehaceres domésticos en condiciones no adecuadas.

El trabajo de mercado con actividades no permitidas incluye a quienes trabajan a una edad menor a la permitida por la ley,o que teniendo la edad, lo hacen en ocupaciones, sectores o lugares peligrosos; horarios prolongados, jornadas nocturnas o en empleos expresamente prohibidos por la Ley Federal del Trabajo; actividades de riesgo como: construcción, bares, cantinas,

actividades agropecuarias, entre otras.

Igualmente se encontró que 1.1 millones de jóvenes entre 15 y 17 años, y 700 mil niños de entre 5 y 14años trabajan en actividades peligrosas.

A nivel nacional, el trabajo infantil tiene un promedio de 11.5%. Oaxaca (21.5%), Puebla (18.3%) y Chiapas (18.3%) ocupan los tres primeros lugares de niños y jóvenes en esta condición;  mientras que Nuevo León (6.3%), Ciudad de México (5.4%) y Baja California  (5.3%), son las entidades con el menor porcentaje de trabajo infantil, detalla la encuesta.

En lo que respecta a la tasa de ocupación peligrosa, Oaxaca y Puebla vuelven a estar entre los  estados con el mayor porcentaje, 13.7% y 12.1%, respectivamente.

Michoacán ocupa la tercera posición con 11.2%. Baja California (3.1%), Baja California Sur (3%) y la CDMX (2.9%) están en la parte inferior de la tabla. La media nacional es de 6.6%.

Sonora no es ajeno a esta penosa realidad, yaque buena parte de la mano de obra en los extensos campos agrícolas de la región es llevada a cabo por menores en condiciones sumamente precarias.

El autor es abogado litigante.

Especialista en Seguridad Socia