Magdalena de Kino no le pide nada a Boston

El autor es Licenciado en Psicología por el Instituto Tecnológico de Sonora. Maestro en Psicoterapia Psicoanalítica por Centro Eleia. Psicoterapeuta Psicoanalítico.

“Magdalena de Kino no le pide nada a Boston, bueno, si es cierto que no hay cine en Magdalena, pero fuera de eso no le pide nada a Boston” -Conversación entre dos jóvenes de Magdalena de Kino, Sonora, en sus veintitantos.

Boston, MA. 03.00 a.m.

¿Qué nos mueve a migrar? Al menos por hoy, quisiera que pudiéramos pensar el fenómeno de la migración desde un perfil diferente, fuera de las motivaciones económicas, del asilo político, de la violencia y algunos otros factores externos que nos pudiera movilizar a mudarnos a habitar otra ciudad, sin menospreciar estás causas, pero con la intención de voltear a ver aquellas motivaciones que no dan en los números estadísticos, las de difícil acceso, esas que requieren  una reflexión interna para ser pensadas, esas que son tan únicas como las historias que nos constituyen.

¿Por qué dejar un lugar al que no le falta nada?, quizá por las cosas que no se pueden ver, las que tienen que ver con nuestro mundo interno y lo inconsciente detrás de la migración. Pensemos el mundo externo como todo aquello que nos rodea: nuestras familias, el ambiente de nuestras ciudades, la inseguridad, nuestras limitantes físicas incluso. Ahora planteemos el mundo interno como aquello que tiene que ver con nuestra peculiarmanera de sentir las cosas, de percibir a nuestra familia, a nuestras ciudades y a nosotros mismos.

Pensemos la migración como la búsqueda de un refugio psíquico, y en algunas ocasiones, como un divorcio con una realidad insoportable para los que deciden irse. Si resulta que tú has migrado como yo y muchos, no pretendo asumir que este ha sido tu caso, aquí más bien hablo de mis propias experiencias tanto personales como en mi práctica como psicoterapeuta.

Explicado desde la psicoterapia, el refugio psíquico es como un espacio o área mental que el paciente utiliza para sentirse protegido de la tensión que se genera al recordar y hablar de cosas dolorosas, pues quienes hayan experimentado el ir a psicoterapia, podrían estar de acuerdo en el arduo trabajo de exploración que se lleva a cabo, donde enfrentarnos con aspectos de nosotros que no nos agradan pudiera ser muy angustiante. Así mismo, podemos entender que la migración es también algo que se puede interpretar como una forma de retirada hacía un espacio que provee de una relativa calma, lejos del dolor y la ansiedad, evitando un contacto directo con la propia realidad, nuestra historia y nuestras emociones.

¿Qué cuestiones inconscientes hay detrás de nuestros movimientos geográficos? en algunos casos, pudiera ser la búsqueda de una tranquilidad que poco tiene que ver con el lugar en que se habita o la distancia que se puede medir en kilómetros, si no, con el estado emocional en el que nos desplazamos y nos relacionamos con nuestro entorno. Tal vez no sonará a la propuesta más atractiva, pero pensemos en aquellas problemáticas familiares, relaciones turbulentas, fracasos tanto escolares como laborales, experiencias vergonzosas y dolorosas, incluso aquello que no nos animamos a ser o del closet que no se pudo salir.

Ahora pensemos, que cuando uno migra se va creando la ilusión de que aquello que fuimos o nos pasó, se abandona en aquel lugar, como si de algo ajeno a nosotros se tratara. Yo no sé si realmente Magdalena de Kino no le pide nada a Boston, o si ya tengan cine, pero se me ocurre que lo que Boston ofrece en algunos casos, es una tranquilidad momentánea, porque finalmente el asunto es que lo que somos y lo que tenemos dentro va con nosotros a donde vayamos.

El autor es Licenciado en Psicología por el Instituto Tecnológico de Sonora. Maestro en Psicoterapia Psicoanalítica por Centro Eleia. Psicoterapeuta Psicoanalítico.