“Enseñar y aprender a través de la tecnología’’

La autora es Coordinadora de Bienes del Dominio Público en el Ayuntamiento de Hermosillo

Ha cambiado en estos tiempos la manera en que se nos enseña y aprendemos: convertimos nuestra casa y la escuela en un solo lugar, debido a las necesarias adecuaciones efectuadas por la Secretaría de Educación.

La pandemia nos agarró descuidados y salimos a la intemperie con lo que traíamos puesto. Teníamos la idea de que ya existía el conocimiento especifico y el acceso a los recursos digitales

de la educación como son conexión a Internet, vídeos, podcast de audio, libros digitales, animaciones de procesos y modelos, simulaciones, juegos, información en páginas web, redes sociales, etc.

Pero con esta nueva modalidad, el Internet se hace necesario la mayoría de las veces para realizar nuestro trabajo u otra actividad como el comunicarnos, estudia y comprar los productos

de primera necesidad como alimentos, vestido, o simplemente tener esparcimiento, vida familiar o sentimental.

El solo hecho de no tener un celular accesible puede determinar que alguien no coma, pierda el trabajo o a una pareja distante. Los recursos digitales ya existían en nuestra vida, pero ahora en la

cuarentena casi todo lo que hacemos depende de ellos.

Ante esto, el sector educativo pasó a ser de los más afectados y, por su importancia como organizador de la vida familiar, laboral, educativa y social, esta sacudida repercutió en los estudiantes, maestros, padres de familia e instituciones educativas. Hicimos lo que pudimos para salir adelante e implementar diversas estrategias.

Quienes somos docentes o padres de familia, podemos dar cuenta de ese fenómeno que tomó a las escuelas y universidades por sorpresa. Se implementaron iniciativas para adecuar las tecnología. Tratando de darle un sentido pedagógico a las aplicaciones y dispositivos, surgió la negociación entre la escuela, el hogar y las tecnologías con los alumnos por un lado, mientras docentes y padres lo hacían del otro extremo.

Seguramente el tiempo nos dará los resultados completos que se obtengan sobre las estrategias implementadas en esta etapa. Lo que lo que sí es seguro es que los niños son los grandes

héroes de esta historia, pues se sometieron a estar sentados varias horas ante un dispositivo electrónico frente a sus compañeros y maestros.

Parecería que cada quien recurrió a lo que tenía a la mano, algunas veces en menor o mayor medida, para continuar el diálogo a través de aplicaciones como WhatsApp, correo electrónico, YouTube, Moodle, Google, Classroom, Zoom, Meet, entre otras.

Algunos ni sabíamos que existían: no significaban nada para los maestros, estudiantes y padres. Finalmente, se convirtieron en espacios de reuniones, clases, ensayos etc. Como dijimos antes,

es pronto para conocer el resultado de este experimento a cielo abierto que nadie deseaba, pero existe la intención y la necesidad de continuar con los procesos de enseñanza. Se le ha dado

mucha relevancia a la tecnología, por lo pronto creo que en la realidad no hay otra opción.

En medio de todo considero no tiene sentido ponerse a pensar si es o fue la mejor opción, pero cuando haya tiempo para reflexionar, tal vez sea más fácil seguir el camino ya recorrido,

reconociendo el impacto que tienen los distintos tipos de tecnologías en el ámbito de la enseñanza y el aprendizaje.

La autora es Coordinadora de Bienes del Dominio Público en el Ayuntamiento de Hermosillo, Dra. En Derecho Penal y Maestra especialista en Seguridad Pública.

licmcguerrero03@gmail.