Complejos de inferioridad: ¡a nadie le importas!

El autor es Escritor, Networker y Conferencista en SB3.

¿Conoces personas acomplejadas? Suelen presentar inconformidad con alguno o varios aspectos físicos o mentales de sí mismas, por lo que se comparan con otras y se perciben como menos valiosas.

La falta de auto-aceptación genera esos complejos, lo cual no les permite desenvolverse como ellas quisieran. ¿Sabías que una persona acomplejada muchas veces está a la defensiva y quiere cuidar una imagen que ni ella misma acepta?

Esto aplica para muchas circunstancias, pero pondré un ejemplo bastante común: imagina a una persona que ama el rock y que ha expresado públicamente que para ella los demás géneros musicales son basura, en especial el reguetón. Si esa persona va a una fiesta donde hay reguetón, no va a disfrutar a pesar de que, en general, haya muy buen ambiente.

Y si tiene algún "gusto culposo" y después de unas cheves le dan ganas de meterse a bailar, aunque sus ganas sean muchas, ¡no lo hará! ¿Por qué? Porque no le puede "faltar el respeto" al rock de esa manera; además, ¿qué van a decir las demás personas si lo ven bailando reguetón? Seguramente la van a criticar y, aunque el cuerpo se empiece a mover involuntariamente por el ritmo de la

música, gracias a las cheves que  trae encima, preferirá pasarla mal antes que arriesgar su reputación  (¡ternurita!).

La mayoría de los complejos  vienen de percepciones distorsionadas tanto de nosotros(as),  como de las demás personas. Por ahí dicen que no debes sobrevalorar a la "competencia", ni minusvalorarte a ti. Ten en cuenta que nuestros sentimientos afectan nuestras percepciones.

¿Has sentido que puedes comerte el mundo y, en otras ocasiones, te has sentido incapaz de hacer bien cualquier cosa? En ambos casos tu potencial y tu capacidad son las mismas, lo que ha cambiado han sido tus sentimientos. De ahí vienen las percepciones distorsionadas que te comentaba, así que no les hagas tanto caso.

Ahora me pondré un poco más drástico para cerrar la nota, retomando lo de la reputación de la persona rockera. En primer lugar, nos creemos el centro del universo, pensamos que todo el  mundo está al pendiente de lo que hacemos o dejamos de hacer y, aunque desearíamos que fuera verdad, en la mayoría de los casos a nadie le importas. Y no te lo digo en mala onda, al contrario: darse cuenta de que uno no es tan importante como cree, aunque puede ser difícil de aceptar, es muy revelador y es un alivio enorme.

Si supieras qué cansado es vivir con el peso de la mirada del mundo encima de nosotros. Aunque la mirada del mundo no lo esté, sí lo creemos así y nos afecta de igual manera.

La paradoja de esto es que, una vez que te quitas esa venda de los ojos y comienzas a ser tú mismo(a), la gente te empieza a ver y en este caso las miradas dejan de ser una carga y se convierten en energía.

El autor es Escritor, Networker y Conferencista en SB3.

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