Carta a un joven estudiante

El autor es publicitario miembro de ASPAC

Es importante que con todo nuestro ser manifestemos lo que somos y buscamos en este ecosistema al que llamamos vida.

Si te es importante el momento de la clase, será bueno que lo expreses con tu conducta participativa. Al no expresar tus ideas, al no compartir tus puntos de vista, al no interesarte por lo que otros se esfuerzan en preparar para ti, envías un mensaje específico a la conciencia de las demás personas. Tu actitud callada y parca lanza una impresión de indolencia, de indiferencia y de apatía por parte tuya.

No parece de buena educación dejar a los otros sin tu colaboración e interés, ¿verdad? Parecer ser una mejor opción sumarte al entusiasmo por aprender, por participar en la construcción de un mundo mejor. Y no es que el mundo haya sido mal hecho por su Creador, no, sino que hay tantas cosas valiosas que hacer, que poner manos y corazones a la obra pareciera ser la opción más razonable y emotiva.

Súmate a la vida, te invito. La vida se mueve y avanza, no se queda inmóvil. La vida suena en algarabía y contento, no se queda callada. La vida se muestra en todo su esplendor y no se esconde detrás de rótulos simbólicos e inermes.

La vida palpita y brilla y no se detiene, ¿por qué habrías de hacerlo tú? Este tránsito emocionante de existir ha de servirnos para ir dejando de ser el que somos e irnos convirtiendo en el que no somos. La vida es evolución y transformación. ¿Has decidido ya en quién te quieres transformar?

¿Quién es ese Tú futuro que aún no existe y que quisieras edificar? ¿Las cosas que estás haciendo, te van ayudando a transformarte en ese ser que quieres llegar a ser? La vida es una obra siempre

nunca acabada. Una pregunta constante, jamás respondida.

Para ser de su esencia, cada uno de nosotros haría muy bien en reflejar ese espíritu de cuestionamiento creativo en cada instante de nuestra vida. Debemos hacernos constantemente preguntas constructivas. Y aprender a hacerlas cada vez mejor.

Toda nuestra historia personal, toda nuestra preparación, habrá de servirnos para hacer preguntas, para hacer cada vez mejores preguntas. Eso nos mantendrá vivos y en movimiento. Decía Michael Porter, gran gurú de la estrategia empresarial, que los empresarios latinoamericanos mantenemos un problema en nuestro poder: estamos empecinados en encontrar la respuesta correcta, cuando lo que deberíamos hacer es enfocarnos en encontrar la pregunta correcta (!).

Toda pregunta será respondida, dice la Biblia; si tocas a la puerta siempre te será abierta. Así que no deberemos preocuparnos por la respuesta, que indefectiblemente obtendremos siempre, sino

que debemos preocuparnos con constancia en hacer cada vez mejores preguntas, con la confianza de que serán siempre respondidas.

Esta actitud de continuo cuestionamiento nos mantendrá activos, entusiasmados y ¡en movimiento continuo!

El autor es publicitario miembro de ASPAC

Por un México bueno, culto, rico y justo.

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