¿Qué precio estás dispuesto a pagar?

El autor es licenciado en Nutrición, escritor, asesor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social

Todo en esta vida tiene un costo, cada decisión que tomes o que no lleves a cabo tiene un costo y una consecuencia y es válido el no querer pagarla, es comprensible quedarse en tu zona de confort, pero la mayoría de las personas se mueven por querer llegarle a algo, un mejor trabajo, casa, familia, ¿realmente estamos dispuestos a pagar el costo? La decisión que tomemos va a traer una

repercusión directa más si ya estamos en una familia o en una relación de pareja.

El ejemplo más simple que me viene a la mente es que los padres han sacrificado gran parte de su vida por sus hijos; dejaron de ser ellos, sus sueños, sus anhelos, por darle a sus hijos todo, o lo

que estuviera en sus manos, sus posibilidades y ahí entra un tema de amor, pero también de dependencia y escasez. Si tú eres padre, tus hijos no pueden ser tu vida y si eres hijo, tus papás tienen vida y te prometo que los vas a disfrutar más viéndolos plenos , cumpliendo sus sueños de vida, cuántos no truncaron una carrera, una maestría o cualquier objetivo.

Otro ejemplo sería si eres jefe de familia, sin importar si eres hombre o mujer, pero eres el sustento de la familia y quieres hacer una maestría, por qué podría darte acceso a un ascenso laboral, pero el sacrificio sería ver menos a tus hijos, a tu esposa, andar más cansado saturado y solo tu sabes si vale tener una se sacrificio por un par de meses, cada quien hace un balance al final de si los beneficios valen más que el sacrificio que estás dejando por un tiempo.

Creo que todas estas decisiones se toman con la cabeza fría, en un acuerdo con todas las partes involucradas y encontrando un consenso dónde todos apoyen y busquen un fin común.

Cada decisión que tomemos a lo largo de nuestra vida trae un precio que pagar, ¿quieres una mejor vida?, te va a costar años de buscar e intentar, de no rendirte, a veces de cambiar de ciudad, de estado, de estar lejos de tu familia, de estar lejos de tus amigos, de las personas que amas y ahí viene el mismo cuestionamiento ¿Qué tanto estás dispuesto a sacrificar, por buscar tus sueños?

La vida se va rapidísimo y a veces tienes que cambiar de metas y adaptarlas a todo aquello que has dejado por buscar algo, la vida no te va perdonar, el tiempo va a pasar, tu mente cambiará, tu físico, tus emociones, y o conjuntas esta búsqueda personal de crecimiento con las personas que amas y te rodean o simplemente sueltas todas esas cargas y buscas una estabilidad emocional.

Al final nunca será sencilla una decisión, al final algo te va a costar, quizá algo vayas a dejar, pero cada quien sabrá si lo vale o no y hasta donde quiere pagar el precio de la vida.

El autor es licenciado en Nutrición, escritor, asesor de capacitación por la Secretaría de Previsión Social