“Loreto y el Teatro”

El autor es Papá Emprendedor, Escritor, Conferencista, Consultor, Podcaster

María Loreto Urquijo Durazo o Loreto, como le llaman sus hermanos, es una mujer que fusiona la fuerza de espíritu de la ex primer ministro de Inglaterra, Margaret Thatcher con la maternal ternura de la madre Teresa de Calcuta.

Desde muy pequeña tuvo que abrirse paso por su propia cuenta para salir adelante. A escasa edad  mostró su gran talento para memorizar, representar y emocionar a propios y extraños con sus

primeras actuaciones en obras de teatro organizadas y representadas en la iglesia de su natal Huásabas, un pequeño y hermoso pueblo de la sierra sonorense. Se revolvía en el suelo, lloraba

implorando perdón a la malvada madrastra que la tomaba de los cabellos y la arrastraba por toda la sala de la humilde casa que el sacerdote se había afanado en representar en la mejor forma posible en el pequeño e improvisado escenario preparado para la obra.

Fueron muchos los domingos que a través de sus representaciones divirtió a familiares, amigos, conocidos y vecinos de todas las edades y estratos sociales que puntuales se daban cita para disfrutar de las obras en las que participaba.

Amaba actuar, más la actuación no era lo único que disfrutaba; porque le encantaba jugar con Martha, -su cómplice, mejor amiga, protegida y hermana menor- a la roña, el pan y queso, a

preparar pasteles de lodo, entre otros juegos más.

Su valentía, tenacidad y apetito insaciable por aprender la distinguieron de las pequeñas que la rodeaban. No podía soportar las injusticias ni los insultos de los que tanto ella, como Martha,

eran presa en el colegio católico y privado en el que cursaban la educación primaria.

A sus escasos 9 años se defendió y defendió a su hermana golpeando hasta provocar el llanto de un pequeño buller de 11 años que le sacaba 30 centímetros de estatura, a quien le tenía mucho

miedo.

Pero no podía más, ya no estaba dispuesta a seguir soportando sus abusos, ¿quién era ese Enrique para insultarlas y ridiculizarlas? ¿quién era para menospreciar su origen humilde? ¿quién era para burlarse de humildes cuadernos de papel zurcidos a mano por su madre quien se desvelaba para confeccionarlos con papel que le regalaban en la carnicería e hilo del que usaba para remedar la ropa? ¿quién era para menospreciar el gran esfuerzo que ella y Martha hacían para ayudar a su madre a cuidar a sus pequeños hermanos que corrían sin preocupaciones ni presiones

de ningún tipo convirtiendo su casa en un caos?

Nadie. Noera nadie y eso le quedaría bastante claro no solo por la paliza que la pequeña le propinó, no solo por la vergüenza que esto le trajo entre sus compañeros, no solo por no haber manifestado su superioridad.

Fue algo que entendió al escuchar con gran frustración los regaños que sus padres, avergonzados por su comportamiento, le propinaron delante de la madre superiora del colegio.

Hoy en día Loreto ha pasado de las representaciones teatrales a ser protagonista de su propia historia. Es una feliz abuela de 5 hermosos nietos y madre de tres hijos, entre los cuales se encuentra orgullosamente quien a través de esta columna comparte para ti sus reflexiones cada semana.

El autor es Papá Emprendedor, Escritor, Conferencista, Consultor, Podcaster LinkedIn: @MarioCoronaOficial