¿Eso es lo mejor que puedes hacer?

El autor es Escritor, Capacitador, Networker, Conferencista y Life Coach en SB3

Vamos a hacer esta columna un poco interactiva. Así que quiero empezar con una dinámica muy sencilla. Sígueme la corriente que después se pondrá más interesante, y quizás hasta haya dinero de por medio.

Por favor, ponte de pie, párate de puntitas y levanta una mano. Estírate lo más que puedas y que tu mano llegue al punto más alto que te sea posible. Inténtalo varias veces si lo consideras necesario. No sigas la lectura hasta que lo hagas.

¿Ya? ¿Te estiraste lo más que podías? Perfecto. Ahora te quiero retar y, si logras lo siguiente, me mandas mensaje y te deposito 100 pesos. Si no lo logras, pasas a seguirme en mi Instagram y en mi página de Facebook, ambos vienen al final de esta nota. ¿Le entras? Vale. Vuélvete a poner de pie y estírate más, da el extra, ¡llega un poco más alto que el intento anterior! Sin mentir, ¿lo pudiste lograr? Si sí, mándame mensaje para depositarte los 100 pesos.

Quizás pienses que es una de las apuestas más fáciles de ganar, pero si leíste bien decía "sin mentir", y en caso de que hayas podido estirarte más que la primera vez, eso significa que mentiste cuando te pregunté que si te estiraste lo más que podías. Te hice una apuesta que no podía perder y, si tienes palabra, mi Instagram y mi página de Facebook esperan que las sigas.

Pero más que el hecho de que me sigas, quise hacer esto de manera interactiva para que reflexiones en las cosas que haces todos los días, ¿haces lo mejor que puedes? Muy probablemente, aunque en este momento digas que sí, si te propones hacer las cosas de mejor manera, podrías hacerlo. Todo es perfectible.

Y quiero cerrar con una historia. Cuentan que el dueño de una compañía le pidió un resumen detallado a su asistente sobre "X" tema, el cual era bastante extenso. El asistente trabajó durante horas para tener listo el resumen, y se lo dejó a su jefe. Una hora después le llama el jefe y le pregunta "¿Eso es lo mejor que puedes hacer?". El asistente, apenado, toma el resumen y vuelve a trabajarlo.

Detectó que había algunas redundancias y faltas de ortografía que se le habían escapado. Cuando terminó, de nueva cuenta fue con su jefe. Media hora más tarde, el jefe lo llama y le pregunta "¿Eso es lo mejor que puedes hacer?". El joven se apena más, y vuelve a trabajar de manera más minuciosa, releyendo y corrigiendo una y otra vez hasta que sintió que ya no podía mejorarlo más.

Se lo llevó a su jefe, y un rato más tarde el jefe lo llama y le pregunta "¿Eso es lo mejor que puedes hacer?", y el joven le responde con pena que sí. Y el jefe le dijo: Muy bien, ahora sí lo leeré.

Y quizás pienses que el jefe es mala onda, pero si el mismo asistente dudaba sobre si podía hacerlo mejor, ¿por qué no hacerlo lo mejor posible desde la primera vez? "Y te lo digo Juan

pa' que me entiendas Pedro". pd. Paga tu apuesta (es broma, pero si quieres, no es broma).

El autor es Escritor, Capacitador, Networker, Conferencista y Life Coach en SB3.

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